La pandemia ha resurgido la pasión por nuestra Semana Santa. Pocos zamoranos de pro ese han resistido a portar las imágenes más identificativas de esta fiesta declarada de Interés Turístico Internacional. Una moda a la que se ha apuntado el ganchillo demostrando una vez más la versatilidad de este arte que no entiende de fronteras y al que lleva entregada prácticamente toda su vida la zamorana Ángela Fernández Gelado.
Nacida en Alemania, tejer siempre ha sido su hobby y pasatiempo favorito desde que su madre le enseñó durante unas vacaciones en las que regresaron a su pueblo, próximo a Carbajales de Alba, mientras ella con apenas siete años permanecía interna en las antiguas “Josefinas”. “Llevo toda la vida, lo que pasa es que antes me dedicaba a hacer los típicos tapetes y grannys”.
Su apuesta por los artículos orientados a nuestra semana de Pasión llegó por casualidad. Fue uña amiga que regenta un conocido bazar en la avenida de San Torcuato la que le propuso realizar algún tipo de “muñeco” para colgar de los retrovisores del coche: “Cuando estaba en el bazar de las Tres Cruces era un señor el que le tejía diversos artículos simulando la tela de las Capas Pardas. Cuando falleció me lo ofreció y me dio absoluta libertad”.

Ángela inició entonces una profunda búsqueda por internet hasta dar con los diseños de una mujer que hacía broches de fieltro con las cofradías de Murcia, un modelo que imitó adaptándolo al hábito del Silencio de Zamora. “Se lo planteé y en 2016 comenzamos a venderlos”. Una demanda que se incrementó tras la publicación de sus primeras creaciones en un grupo de Facebook.
De los muñecos de fieltro se pasó a los "cofraditos" de ganchillo, una moda que también extendió dos años después a pulseras de chapa con imágenes de la Virgen de la Soledad y de la Esperanza: "Y me pasó otro tanto, a la gente les gustaba". No sería hasta iniciada la pandemia cuando también trasladó sus tradicionales monederos en un formato "mini" con la imagen también de las imágenes más tradicionales de nuestra Pasión: "Me los piden cada dos por tres. Les incluyo un rosario y a la gente parece que les gusta. En poco menos de 15 días ya he entregado una treintena de modelos".
Las creaciones de "Las labores de Ángela" se encuentran disponibles en "La Boutique del Ahorro" (calle San Torcuato), “La casa de las labores” (calle de San Atilano) así con en La Abacería (calle de Ramos Carrión), así como en internet a través de sus páginas de Facebook e Instagram y que también incluyen curiosos "amigurumis" como el Barandales de Nuestra Madre.
