La otra cara de la música: dos artistas de Vigo recorren las calles de Zamora vendiendo sus discos

El artista gallego en la calle Santa Clara
photo_camera El artista gallego en la calle Santa Clara

Eligieron la calle más transitada de Zamora para promocionar su música. Llegaron de Vigo con sus CD y los promocionan así, a pie de calle, acercándose a los  ciudadanos que transitan por la ciudad, a los que piden un donativo a cambio de un disco que han elaborado también en el home estudio de un amigo. Ellos son Cedecé, su nombre artístico, y Daniel, dos gallegos que estos días se han dejado ver por Santa Clara "vendiendo" hip hop y rock.

La timidez de Daniel deja paso al desparpajo de Cedecé, que relata lo difícil que es hacerse un hueco en el panorama musical después de 15 años componiendo.

Tras él no hay una potente discográfica y eso le obliga a echar mano de métodos "más caseros" para que la gente oiga la música que compone, fundamentalmente hip hop y rock, que le sirven de "terapia" con letras con las que "la gente se siente identificada", unas más tranquilas, otras más "cañeras", pero siempre con las emociones y los sentimientos que le "pasan" por la cabeza.

Cada semana se cuelga, junto a su amigo Daniel, una mochila a la espalda llena de discos y recorre distintos puntos del país ofreciendo su obra a cambio de un donativo. "Ahora como llega el verano salimos de nuestra zona de confort a vender fuera de Galicia y León", explica.

En esta etapa toca Castilla y León, de Segovia a Ponferrada y Valladolid pasando por Zamora, donde dice la gente es, en general, agradable. "Cuando te acercas piensan que trabajas para alguna entidad bancaria, compañía de móviles o alguna ONG, pero cuando les explicas que estás vendiendo tu música, les hace clip el cerebro y ahí se paran a escuchar", señala este músico, que compagina su pasión con un trabajo en la radio y estudios para mejorar la locución.

Relata que con la pandemia y ante la imposibilidad de realizar conciertos, ambos decidieron salir a la calle a vender sus trabajos, "a molestar un poco a la gente, como los niños que venden rifas para los colegios". Y así seguirán. De ciudad en ciudad para que los ciudadanos conozcan sus discos, un trabajo en solitario que autoedita él mismo y que cuenta con la colaboración de los amigos, encargados de grabar los vídeos y los audios.

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