viernes. 29.03.2024
Embalse Ricobayo
Embalse Ricobayo

Un incomprensible y clamoroso silencio de instituciones y responsables políticos ante el brutal vaciado del pantano de Ricobayo ha tenido en la desdichada provincia de Zamora, tan desasistida, el efecto de una bomba de implosión, que al pronto satura de silencio todo el territorio, produciendo luego una irrupción de generalizada indignación. ¡En manos de quiénes estamos que nadie dice ni “mú” cuando de forma tan fea y grosera se pone en peligro el acceso al agua potable de la población de los pueblos aledaños, el riego de los cultivos y la circundante vida natural y piscícola.

Ante tamaño silencio de la Junta, de la Diputación y de la propia CHD tras la perpetración de tamaña cacicada de Iberdrola, uno y muchos otros nos preguntamos qué hacen mudos y de perfil esas instancias, pagadas y sostenidas con nuestros impuestos y, en consecuencia, supuestamente al servicio de nuestros intereses. Sólo la sospecha de que no es natural, sino inducido por ocultas y oscuras razones explica lo inexplicable.

Ante el desmán de semejante abuso, parece mentira que, traídos a la realidad, haya de ser un viejo ex senador y algunos particulares quienes tengan que poner pie en pared frente a este desaguisado de caciques, frente a esta burda cacicada y, sin otra respuesta oficial que merezca tal nombre, depositar en las manos de un juez, al amparo de un juzgado, una denuncia harto necesaria. Parece mentira. Seguro que parece mentira, pero ésto es Zamora y aquí estas cosas (como en la Comala del Pedro Páramo de Rulfo) son posibles.

¿Dónde está aquí el político y el técnico (y sus plurales) que de verdad vivan preocupados por la salud de nuestras aguas superficiales y freáticas; por nuestros ríos, pantanos, lagos y humedales? ¿Dónde?

Y frente a este atropello, ¿qué hacen calladas la Junta, la Diputación y la CHD? Caigan todas las sospechas, incluidas las de la más turbia y delirante insanía que imaginar se pueda, sobre sus silencios. Si sus respectivos departamentos jurídicos no salen en tromba a esculcar las condiciones y vigencia de esa concesión ni a defender la causa de los damnificados de toda índole que genera ese brutal vaciado y, si no buscan castigar ejemplarmente semejante insensible arbitrariedad y tamaño atropello, el de una empresa: Iberdrola, que sigue beneficiándose (seguramente fuera de todo plazo legal) de la concesión de la explotación de las plantas de producción eléctrica de Ricobayo I y II, entonces, para qué están dichos servicios jurídicos si han de permitir que así se desprecie a esta provincia, de la que aquella ha estado sacando riqueza que nunca repercutió debidamente aquí. La gota que colmó el vaso viene dada por su inmensa arrogancia de permitirse hacer aquí lo que le plazca. Tan grande ha resultado su arrogancia como los ‘millones’ de hectómetros cúbicos de estas aguas que durante largos años casi sin cuento, la hicieron grande, rica y estúpidamente arrogante a ella.

Iberdrola ya es culpable de avaricia. Y si además pretende vaciarnos también las conciencias, con estos adalides defensores que tenemos, están a un tris de conseguirlo. Ante este estado de desecho, nuestros políticos, cabe preguntarse, de qué son inocentes o de qué ignorantes.

Autor: JOSÉ VENTURA APORTA COORDINADOR DE LA PLATAFORMA RÍOS DE AGUAS LIMPIAS

¿Pretenden también vaciarnos las conciencias?