sábado. 20.04.2024

La denuncia por el comportamiento de un miembro de Protección Civil en plena Semana Santa

Un ciudadano ha expresado su malestar ante las formas demostradas por uno de los miembros de Protección Civil: "Nos dio voces como si estuviéramos en un partido de fútbol"

Finalmente la familia fue ayudada por la Policía Nacional. Aunque aclaran de que son conscientes de que se tratan de acciones y personas puntuales, piden a los responsables que revisen este tipo de conductas para que no lastren la imagen de todo el equipo

Zamora se sume en el Silencio ante el Smo. Cristo de las Injurias_52
Zamora se sume en el Silencio ante el Smo. Cristo de las Injurias_52

La Semana Santa de Zamora ha puesto su broche de oro a once días de procesiones, turismo y consumo que nos sitúan en tiempos prepandemia. Toda una cara positiva que, sin embargo, se ha visto empañada por alguna acción puntual que puede alterar la buena consideración sobre la ciudad. Así lo ha puesto de manifiesto un ciudadano que ha focalizado su queja ante el "trato humillante" recibido por parte de un miembro de Protección Civil. 

Mediante una carta enviada a los medios de comunicación, muestra su malestar ante las formas alejadas de cualquier tipo de respeto y consideración hacia quien precisa ayuda: "Nos dio voces como si estuviéramos en un partido de fútbol", señala. 

Finalmente la familia fue ayudada por la Policía Nacional. Aunque aclaran de que son conscientes de que se tratan de acciones y personas puntuales, piden a los responsables que revisen este tipo de conductas para que no lastren la imagen de todo el equipo. A continuación remitimos el contenido íntegro. 

Toda actividad humana debiera de estar en permanente análisis de su comportamiento respecto a la consecución de sus objetivos; es decir, verificar que en función de las respectivas competencias y, subsiguientemente, obligaciones, las cumple satisfactoriamente, en el mayor grado posible, y teniendo en cuenta la hipotética inteligencia, bonhomía, laboriosidad, y afán de superación de quiénes tienen que ejecutarla para solucionar la problemática de los ciudadanos.  

No es el caso de lo que me ha ocurrido cuándo me he dirigido solicitando ayuda a un miembro de protección civil de esta ciudad que con desacierto me dio una respuesta que me dejo más desubicado de lo que me encontraba .

Con esta carta no pretendo generalizar a todos los miembros del  cuerpo, pero sí que  sus responsables revisen estas conductas que se alejan demasiado de la profesionalidad que debería de prestar un servicio de ayuda y ser referente para los ciudadanos , con su ejemplo, modales y educación de la cual me demostró la tarde del viernes carece. 

Los hechos ocurrían este Viernes Santo junto a la Catedral durante la procesión del Santo Entierro. Recibí una llamada preocupante  de un familiar y debía desplazarme de esa zona hacia el parador donde pernoctaba durante estos días.  Sin saber como poder llegar a la ubicación vi el cielo abierto al ver el uniforme de Protección Civil y poder solicitar información. 

Mi sorpresa fue mayúscula cuándo le pregunté al portador como podría salir de allí para llegar al parador, su empatía fue nula, su tono de voz elevado y con su errónea ironía me recomendó para poder salir de ese triángulo en el que me encontraba que hiciese escalada por la muralla y así y solo así podría salir de allí. 

Le resultó muy gracioso cosa que a mi y a mi familia nos resultó fuera de lugar desde sus modos a su respuesta todo ello fuera de lugar y formas, nos dio voces como si estuviéramos en un partido de fútbol. Al final fuimos ayudados por miembros de la Policía que con mejor atención nos indicaron cómo abandonar la zona.

La historia no termina aquí, en la última procesión que veíamos este domingo en la plaza mayor tropezamos con el mismo miembro de Protección Civil, y nos guardaba la última de las  experiencias negativas de nuestro viaje. 

Cual pastor vocea a su rebaño así se dirigía a nosotros y a las personas que pretendíamos ver la procesión de Resurrección. La educación brilla por su ausencia en reiteradas ocasiones. 

Ejerce su labor con efusividad retirando a los presentes a una esquina por que suponíamos un estorbo según aclaró en repetidas ocasiones. 

La nueva sorpresa no se hizo esperar, retiró a las personas, dejó poner a otras y se puso en el centro a realizar fotografías aprovechando su buena ubicación, ubicación que le brinda el uniforme que tan deshonrada mente porta y maltrata. 

Espero y deseo que algún responsable lea esta carta, Zamora nos ha ofrecido muy buenos momentos y nos parece una ciudad para no dejar de descubrir, pero estos farragosos detalles  pueden estropear todo, y me hace pensar si esa persona está capacitada para atender algún tipo de emergencia, si el responsable ha pensado que en manos de este señor está la seguridad y las vidas de cientos de personas. 

Claudio Durán Fortea

La denuncia por el comportamiento de un miembro de Protección Civil en plena Semana Santa