Villaralbo es el pueblo más bajo de Zamora, con una altitud de 639 metros. Este municipio de la comarca de Tierra del Vino cuenta con una población de 1.798 habitantes (INE 2023) y abarca una superficie de 86 km². Su ubicación cercana al río Duero ha hecho que sea un lugar habitado desde tiempos remotos, como lo evidencian los hallazgos arqueológicos en la zona, que datan de más de 3.000 años.
La historia de Villaralbo está marcada por la ocupación de “El Juncal” en la Edad del Bronce, donde se han encontrado restos de la cultura "Cogotas I". A lo largo de los siglos, el pueblo ha sido testigo de importantes eventos históricos, como la dominación romana y la invasión árabe, que definieron su evolución. En 1116 se documenta oficialmente el nombre de Villaralbo, gracias a la donación de tierras por parte de Doña Urraca a la Orden de San Juan, consolidando su relevancia en la región.
Durante la Edad Media, Villaralbo fue un punto estratégico en la frontera entre cristianos y musulmanes, lo que llevó a diversas confrontaciones. En 1476, el pueblo presenció el paso de las tropas de Alfonso V de Portugal durante la batalla de Toro, un hecho que contribuyó a la afirmación del reinado de Isabel la Católica. La oligarquía zamorana controló la propiedad de la tierra, transformando a los habitantes en renteros a lo largo de los siglos.
En la actualidad, el patrimonio cultural de Villaralbo destaca por su iglesia de estilo gótico rural, que data del siglo XVI. Este edificio ha sufrido reformas a lo largo del tiempo y alberga un retablo mayor de estilo Barroco Churrigueresco, una obra que refleja la riqueza artística de la zona. La iglesia no solo es un lugar de culto, sino también un símbolo del legado histórico del municipio.
Además de su patrimonio arquitectónico, Villaralbo cuenta con un entorno natural privilegiado, donde se encuentra la Senda Natural “Ribera del Duero – Altos de San Lorenzo”. Este recorrido circular de 6 km es un atractivo para los amantes de la naturaleza, permitiendo la observación de diversas especies de aves y la práctica de actividades al aire libre. Así, Villaralbo se presenta como un lugar donde historia y naturaleza se entrelazan, invitando a los visitantes a explorar su riqueza cultural y ambiental.
