Un belén "ecológico" en Tardobispo: hecho a mano y con material reciclado

Los belenes son una tradición centenaria y también un vehículo perfecto para transmitir valores como el reciclaje donde se puede elaborar cualquier maravilla con cosas que creemos que ya no sirven

Con el tiempo, la variedad de figuras ha ido creciendo y se pueden crear pueblos enteros con labradores, artesanos, familias y soldados romanos

Una muestra que puede visitarse en las Antiguas Escuelas de Tardobispo porque lo hizo "mirando por el pueblo"

Belén de Javier Calvo en Tardobispo. Imagen cedida (1)
photo_camera Belén de Javier Calvo en Tardobispo. Imagen cedida (1)

Las labores de Javier Calvo son minuciosas. Pacientes. Al detalle. Con materiales reciclados a elaborado un Belén para visitar durante la época navideña en Tardobispo. Un nacimiento al que ha tenido que aportar poco coste económico porque todo lo ha realizado con sus manos. A lo largo de los años fue realizando piezas junto a su mujer hasta convertirse en uno "de gran tamaño". 

Aproximadamente doce metros cuadrados de superficie a los que no les falta detalle. Casas, castillo, portal, artesanos, animales; una muestra familiar que ya no cabía en su hogar. Y salió a exposición para que lo vieran los vecinos; "un pueblo pequeño que quiere llamar la atención para la gente y tener iniciativas".

Belén de Javier Calvo en Tardobispo. Imagen cedida (2)
Belén de Javier Calvo en Tardobispo. Imagen cedida (2)

Todo le sirve. Con su imaginación y su destreza aprovecha cualquier cosa que "hay por casa" para hacer arte con sus manos. Una muestra que puede visitarse en las Antiguas Escuelas de Tardobispo porque lo hizo "mirando por el pueblo". Hasta el 6 de enero, más de cien figuras de belén pueden disfrutarse los domingos y festivos en esta localidad zamorana de 11:00 a 13:00 horas. Para poner en valor las tradiciones, la artesanía, las manualidades, las labores de este vecino de Tierra del Vino.

Los belenes son una tradición centenaria y también un vehículo perfecto para transmitir valores como el reciclaje donde se puede elaborar cualquier maravilla con cosas que creemos que ya no sirven. De hecho, la primera celebración navideña en la que se montó un belén para la conmemoración del nacimiento de Jesucristo fue en la Nochebuena de 1223, realizado por san Francisco de Asís, en una cueva próxima a la ermita de Greccio. Con el tiempo, ha ido evolucionando y transformándose hasta nuestros tiempos. 

Belén de Javier Calvo en Tardobispo. Imagen cedida (4)
Belén de Javier Calvo en Tardobispo. Imagen cedida (4)

Empezó a prepararlo todo a mediados de octubre. Una labor que tanto su mujer y él compaginan con el trabajo, pero lo que tenían claro es que querían mostrarlo. Ser un atrayente para esta zona de la España vaciada de la que pocos se acuerdan. Una tradición navideña para compartir con otros; junto con los árboles de Navidad, los bastones de caramelos, las tarjetas y los villancicos, toman protagonismo en Zamora, los belenes. 

La pieza central de todo belén es, lógicamente, el pesebre con el nacimiento pero ya no es la única. Con el tiempo, la variedad de figuras ha ido creciendo y se pueden crear pueblos enteros con labradores, artesanos, familias y soldados romanos. Una muestra de lo que somos y un elemento característico en los hogares de Zamora, también en sus calles. Un imprescindible. 

Belén de Javier Calvo en Tardobispo. Imagen cedida (3)
Belén de Javier Calvo en Tardobispo. Imagen cedida (3)

Tan arraigada está esta cultura que, Calvo, ha realizado un taller belenista con la implicación de los más pequeños que han podido colaborar en la colocación de este nacimiento. Un gesto para poner en valor todo aquello que hacíamos cuando éramos niños y seguimos haciendo. Para no olvidar el espíritu de la Navidad.

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