jueves. 30.11.2023

El avance de la EHE acrecienta el temor por el futuro de las explotaciones en Sayago: "Esto es la puntilla, estamos desesperados"

Ganaderos con cinco décadas dedicados en exclusiva al cuidado de su cabaña se ven incapaces de conciliar el sueño. Una "situación inédita" y la puntilla que pone a las explotaciones ante el dilema de su viabilidad

Los interrogantes sobre la inmunidad y las consecuencias que puedan comprometer futuras gestaciones en las vacas nodrizas infectadas ponen en jaque el futuro de las cabañas ganaderas. A ello se suman los altos costes del pienso, la paja o el gasoi

Vaca afectada por la EHE en una explotación ganadera de Sayago. Fotografía: CEDIDA
Vaca afectada por la EHE en una explotación ganadera de Sayago. Fotografía: CEDIDA

Ganaderos de toda una vida que, por primera vez, son incapaces de conciliar el sueño. El avance de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica está golpeando con fuerza a las explotaciones de vacuna de toda la provincia, especialmente en las zonas de Sayago y Bajo Duero. El "efecto contagio" del foco de Ledesma se ha trasladado a la zona contigua que ve con miedo, temor y pena una situación que se suma a la penuria económica que vienen arrastrando en los últimos años. 

"La sensación generalizada es de miedo". El que habla es Fernando, ganadero e ingeniero agrónomo que posee y supervisa varias explotaciones de la comarca. Un temor que llevan arrastrando desde mucho antes de que se declarara oficialmente el primer caso y del que no consiguen separarse ni de día ni de noche.

Es el caso de ganaderos con cinco décadas dedicados en exclusiva al cuidado de su cabaña se ven incapaces de conciliar el sueño. Una "situación inédita" y la puntilla que pone a las explotaciones ante el dilema de su viabilidad. 

A día de hoy son muchas las incógnitas y muy pocas las respuestas en torno a esta enfermedad que comenzó manifestándose en animales salvajes pero que ha llegado a España a través de Marruecos dañando la cabaña de vacuno. Los datos que maneja el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación establecen una mortalidad del 1%, si bien la situación cambia minuto a minuto. Así lo denuncian quienes mañana, tarde y noche acuden a las explotaciones con la continua incertidumbre. 

Vaca afectada por la EHE en una explotación ganadera de Sayago. Fotografía: CEDIDA
Vaca afectada por la EHE en una explotación ganadera de Sayago. Fotografía: CEDIDA

"Te levantas y piensas que si hoy será el día, hasta que ese día llega". Sin una pauta establecida, ni tratamientos oficiales más allá de los métodos puramente preventivos con repelentes e insecticidas para tratar de controlar al vector, la enfermedad deja imágenes verdaderamente crueles. Vacas incapaces de beber agua llamar, que no pueden comer por falta de fuerza o incluso de respirar al tener las vías nasales taponadas conforman el día a día de las reses afectadas. 

Una enfermedad larga y dura que cuenta con la incertidumbre sobre la inmunidad y las consecuencias que puedan comprometer las futuras gestaciones de las vacas nodrizas infectadas. Aseguran los ganaderos que, a día de hoy, sólo se pueden constatar recaídas al no haber pasado el tiempo suficiente para que el virus haya salido del organismo del animal, lo que "preocupa a nivel productivo".

Fernando apunta a que "ya no es tanto el número de bajas, sino los efectos secundarios que pueda acarrear en un animal que suele gestar un ternero al año. Si le estamos dando de comer durante todo el año para no producir nada, las pérdidas no son asumibles". De hecho, ya se han constatado casos de abortos entre las vacas nodrizas que han contraído el virus del EHE. 

Vaca en una explotación ganadera de Sayago. Fotografía: CEDIDA
Vaca en una explotación ganadera de Sayago. Fotografía: CEDIDA

Todo ello enmarcado en un contexto económico que ya se encontraba comprometido previo al estallido de la EHE y que ahora amenaza con poner en riesgo el futuro de las explotaciones: "Una fertilidad por debajo del 80% es insostenible". Con la paja quintuplicando el precio de hace tres años o el aumento desmedido del pienso o el gasoil, la sensación que se impone es de incertidumbre: "Esto es ya la puntilla. Estamos desesperados". 

Es la opinión de los ganaderos de la zona de Sayago y que se suma a testimonios de explotaciones afectadas con una mortalidad de entre un 9 y hasta un 12%, en cifras similares a las comunicadas por las cuidadores de la zona de Ledesma hace ya casi tres semanas. "Es tremendo". 

Mientras la Junta recoge semanalmente los datos que los ganaderos trasladan cada jueves, la vista está puesta a nivel europeo con la esperanza de poder dar con una vacuna efectiva para tratar una enfermedad que ya se extiende por prácticamente todo el mapa nacional y que ha vuelto a poner a los cuidadores contra las cuerdas: "Me gustaría poder seguir siendo ganadero, pero no sé si será posible". 

El avance de la EHE acrecienta el temor por el futuro de las explotaciones en Sayago:...