Hace poco más de un año, en el local que en su día ocupó una sucursal de Caja Rural en la calle San Andrés esquina con Plaza Mayor se abría O Xenio, un negocio de venta y reparación de móviles, tablets y patinetes eléctricos de la mano del joven emprendedor zamorano con apellido alemán, Kevin Hetzel.
Doce meses después, aquel negocio no solo se ha consolidado sino que también ha crecido y ha incorporado nuevos servicios de vanguardia para el cliente más "puesto" en últimas tecnologías.
Y es que O Xenio, la tienda ubicada en pleno centro histórico, ya fabrica piezas en impresión 3D. "Hacemos desde piezas que no se venden sueltas hasta aquellas que por sus elevados costes no merece la pena comprar", explica Hetzel.
Y no podían dejar pasar Halloween para acercar a los clientes este nuevo y vanguardista proceso de fabricación que permite crear un objeto tridimensional mediante la superposición de capas sucesivas de material. Y en el escaparate lucen figuras de un vampiro, de la calavera con su guadaña o monstruos.
También se fabrican figuras de colección, pero la impresión 3D tiene, además, una versión más "casera", ya que se pueden elaborar desde piezas para los estores que cuelgan en las ventanas de nuestras viviendas hasta llaveros. "Se puede hacer casi cualquier pieza, dependiendo de la resistencia y del uso", señala el dueño de O Xenio. Y no es caro. Lo más costoso son los diseños, pero "nada desorbitado", matiza este joven empresario.
La pequeña tienda zamorana quiere ir más allá y está en negociaciones con talleres para fabricar los botones de los elevalunas de los vehículos, unas piezas que se pueden vender a menos de 0,50 céntimos.
Kevin Hetzel añade que O Xenio es también proveedor de filamentos de la marca Printalot y cuenta con una amplia gama de materiales como el PLA (material más común biodegradable y ecofriendly, derivado del maíz), ABS, PETG, FLEX/TPU, NYLON, HIPS, PC, PP, PC/ABS y todo, en una amplia gama de colores: mate, brillo, metalizado o translúcido.
