Los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) trabajaron durante toda la noche en la apertura de una gran trocha que amplía un camino en la zona alta de la localidad. El objetivo: crear un cortafuegos de contención frente a la posible llegada de las llamas a través del cañón del Forcadura, uno de los accesos naturales que podrían poner en riesgo el pueblo.
A este despliegue se suma la labor incansable de los bomberos de Zamora capital y de la Diputación junto con las BRIF de la JCYL, que han establecido un cordón de seguridad alrededor de Vigo. Nadie se ha movido de allí: la consigna es clara, resistir y proteger la localidad en caso de que el fuego, avivado por el viento, descendiera hacia las primeras casas.
La madrugada ha dado un respiro. Con las temperaturas más bajas y una inversión térmica que ha ralentizado el avance del incendio, los equipos han podido mantener la línea defensiva mientras aguardaban la llegada del nuevo día. A primera hora de la mañana, todos los ojos están puestos en el cielo. Si las condiciones lo permiten, los aviones y helicópteros retomarán las descargas de agua en la sierra, un paso que podría marcar la diferencia para contener el avance del fuego hacia poblaciones cercanas como Cerdillo, Murias o Rozas, que también han pasado la noche en vilo.
A las 7:30 horas, la calma sigue siendo tensa, pero el aire fresco y la ligera apertura de claros en el cielo alimentan la esperanza de que hoy sea un punto de inflexión. En Zamora capital, el olor a humo ha remitido parcialmente, como si la provincia entera quisiera respirar con alivio.
El relevo de los bomberos está previsto para esta mañana. Y, paradójicamente, la mejor noticia sería que los nuevos turnos no tuvieran que entrar en acción: que el trabajo de la noche y el apoyo aéreo de la jornada permitan, por fin, hablar de control. Hasta entonces, Vigo de Sanabria resiste con la entereza de sus vecinos y la determinación de quienes, sobre el terreno, luchan sin descanso contra el fuego. En Benavente descansan cientos de sanabreses que tuvieron que ser evacuados ayer en la tarde noche, esperamos su pronta vuelta a casa. La N-525 desde A Gudiña a Padornelo sigue cortada, anoche se tuvo que cortar tanto la N-525 como la A.52 ante un nuevo episodio de reavidado de un fuego que ya cansa, molesta y hasta se maldice.
Durante la pasada noche se ha trabajado intensamente en el entorno de la Laguna de los Peces, según el Delegado de la JCYL realizándose varios contrafuegos y cortafuegos, utilizando maquinaria pesada de la Junta de Castilla e Ileón y de la Unidad Militar de Emergencias. Será de vital importancia que en el día de hoy se puedan utilizar los medios aéreos, ya que ayer, y debido al intenso humo, no pudieron realizar vuelos sobre la zona. En la tarde de ayer se desalojaron 583 personas de las localidades de San Martín de Castañeda, Vigo de Sanabria, San Ciprián, Cerdillo, Coso, Murías, Rábano de Sanabria, Barrio de Rábano, San Justo, Doney de la Requejada y del campamento de esta última localidad.
En el albergue del Centro de Transportes de Benavente han pernoctado 212 personas que han sido atendidas por Cruz Roja y Protección Civil de Benavente. El Delegado olvidó mencionar la defensa de la localidad de Vigo y la intervención de los Bomberos del Ayuntamiento de Zamora y de la Diputación.
