Le gusta dibujar desde niña cuando veía a su madre ponerse delante del ordenador para "pintar" sus recuerdos, pero fue durante la cuarentena cuando esta estudiante de Educación Infantil decidió crear su propio cuaderno de dibujos experimentando con trazos y composiciones que un año después le han servido para pulir su técnica: la ilustración digital.
Ella es Laura Cantalejo Caja, zamorana de 21 años, que ha decidido aprovechar las oportunidades que ofrece la era digital para convertir su hobby en un trabajo: revivir con ilustraciones llenas de color los mejores recuerdos de la vida de sus clientes, la mayoría dispersados por toda la geografía nacional aunque también le han llegado encargos de Argentina, México, Alemania o Francia.
Con su tablet y los dibujos de su madre como inspiración, esta joven estudiante comenzó a trazar en un principio retratos sencillos. "No les ponía ni ojos ni nariz ni boca ni detalles. Tampoco hacía paisajes. Eran los comienzos", explica.
Recuerda que de niña le gustaban las manualidades y dibujar y que se presentaba a todos los concursos, aunque confiesa que su futuro se encamina hacia la enseñanza, su otra pasión, como profesora de Educación Primaria. Aun así, su ilusión es compaginar clases e ilustraciones basadas en retratos que reviven aquellos momentos inolvidables que los clientes quieren "inmortalizar".
A medio camino entre Zamora y Madrid, Laura Cantalejo no descarta trabajar en la ciudad en la que nació aprovechando las posibilidades que ofrece Internet también en la España Vaciada. "Las nuevas tecnologías son el futuro y todo depende de como enfoques tu carrera profesional", subraya. A renglón seguido añade que, lo que es su hobby, por el momento, para tener unos ingresos extra, le permite poder establecerse tanto en Zamora capital como en algún pueblo de la provincia.
No reniega de su tierra, en la que encuentra el silencio y la tranquilidad que le dan fuerzas para regresar al bullicio de Madrid, y ella, como los veinteañeros que nacieron con el móvil en la mano cree que las nuevas tecnologías son una "oportunidad" para volver a casa y no despoblar una provincia que se ha acostumbrado a ver marchar a sus jóvenes.
