martes. 19.03.2024
Pancarta en la manifestación por la Sierra de la Culebra en la Plaza de la Marina
Pancarta en la manifestación por la Sierra de la Culebra en la Plaza de la Marina

“Han salvado El Casal pero han dejado quemar toda la Sierra de la Culebra”. Diecisiete días después de que una quincena de rayos y 100 horas de fuego extendieran la negrura por la Sierra de la Culebra, con cerca de 31.000 hectáreas ya calcinadas y con focos que mantienen pegados a la tierra a los medios de extinción, muchos vecinos de los pueblos afectados por uno de los peores incendios del siglo en España, siguen repitiendo lo mismo: "Salvastéis El Casal pero habéis matado a la  Sierra de la Culebra".

La crítica dirigida a la Junta de Castilla y León, actual propietaria de la finca asentada en Abejera de Tábara, se "rotuló" en algunas de las pancartas que se exhibieron durante la manifestación multitudinaria del pasado 21 de junio en la Plaza de la Marina de Zamora para exigir la dimisión del consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, por su "nefasta" gestión en un incendio que ha destruido casi la mitad de una sierra de alto valor ecológico, hasta ahora morada del lobo ibérico.

Todos los medios de comunicación nacionales pusieron su foco en una protesta que unió a Zamora en un solo grito, "Asesinos", pero pocos, ni medios, ni manifestantes, entendían el mensaje sobre una finca que en la zona, se dice, sirve para disfrute de los "gerifantes" de la Junta.

¿Pero qué es el Casal y por qué creen los vecinos que quedó "intacto" por el fuego?. También llamado El Casar es un monte ubicado en Abejera de Tábara, en plena Sierra de la Culebra, aunque para la comarca es, sobre todo, el símbolo de la opresión sobre un pueblo que pagó aquel terreno para cultivos y pastos con el sudor de unos vecinos que tuvieron que emigrar a Cuba para reunir el dinero suficiente. Mil quinientas hectáreas que Abejera perdió en el año 1972 tras una expropiación forzosa del Ministerio de Agricultura para crear la Reserva de Caza.

En sus orígenes fue una de las propiedades de los Señores de Tábara y tras la extinción de los derechos señoriales, El Casal fue desamortizado por el Estado y vendido, primero en 1882 y después en 1890. En 1920, los vecinos de Abejera compraron el terreno a tres hermanos por el precio de 77.500 pesetas, según recoge un artículo publicado en 2015 en tuvozdigital.com.

Para reunir tan importante suma de dinero, los hombres de Abejera emigraron temporalmente a América, sobre todo a Cuba, quedando en el pueblo, durante unos años sólo los ancianos, las mujeres y los niños.

El aprovechamiento de la superficie comprada por  los vecinos se reguló mediante una sociedad de 62 copropietarios, la mitad del total de vecinos del pueblo, hasta que en 1972 todos los espacios,1.534 hectáreas, fueron expropiados por el Patrimonio Forestal del Estado para repoblarlo y organizar la actual Reserva de Caza.

Imagen de archivo de El Casal. Foto tuvozdigital.com
Imagen de archivo de El Casal. Foto tuvozdigital.com

La expropiación produjo un dolor que sigue latente en Abejera medio siglo después, ya que los pastos de El Casal fueron la base del desarrollo ganadero del pueblo y le permitió no depender de la trashumancia veraniega a Sanabria.

Como consecuencia de su expropiación, El Casal pasó a pertenecer al Estado y tras el traspaso de las competencias de Medio Ambiente a las comunidades autónomas, la finca es propiedad de la Junta de Castilla y León.

Toda su superficie está dentro de la Reserva Regional de Caza “Sierra de la Culebra” y también está integrado en el Espacio Natural Protegido de “La Sierra de la Culebra”. Asimismo, todo el monte está dentro del Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) “Sierra de la Culebra”.

Manifestación en la Plaza de la Marina para pedir la dimisión de Quiñones. Imagen de archivo
Manifestación en la Plaza de la Marina para pedir la dimisión de Quiñones. Imagen de archivo

Y esa superficie sigue hoy intacta. La rodearon las llamas que calcinaron parte del enclave natural y obligaron a evacuar a vecinos de 20 localidades, pero "casi milagrosamente" El Casal se salvó. Para los vecinos de la zona el milagro no existió. "Metieron todos los medios posibles para salvarlo y qué casualidad, se salvó", denuncian en la plataforma que se creó como altavoz del hartazgo de los pueblos "La Culebra no se calla".

Más información en tuvozdigital,com

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