Vecinos de portal, Alberto Calvo y Ángel Domínguez, aprovecharon el confinamiento al que obligó el coronavirus en 2020 para buscar una solución a las pintadas que afean los edificios y barrios de toda Zamora.
En realidad, fue Calvo el que, encerrado en casa, comenzó a cavilar sobre el asunto y se puso en contacto con una firma de Madrid para conocer toda la información de primera mano. Por la cabeza ya le rondaba poner en marcha una pequeña empresa en su ciudad y la idea se hizo realidad cuando su vecino de "escalera" decidió unirse al proyecto.
El coronavirus aplazó el plan hasta que a principios de este año, los dos emprendedores decidieron no posponer más el deseo de convertirse en dueños de su propia marca.
Así nació esta pequeña firma, "pionera" en Castilla y León en el borrado de pintadas con productos sin ácidos que dañan "mínimamente", aseguran, la superficie sobre la que los grafiteros "inmortalizan" sus firmas.
El nombre de aquel proyecto hecho realidad parecía claro: A&A (Alberto y Ángel). El siguiente paso era la información y la formación. Viajaron a Madrid, a Barcelona, a Valladolid o Palencia para "ponerse al día" e invirtieron en una pesada máquina con compresor que deben manejar entre los dos.
La novedad es que los productos que utilizan para borrar las pintadas, que se han convertido en una "verdadera plaga", son más "ecológicos", sin ácidos que dañen la superficie.
Saben de lo que hablan. Lo han probado en su vecindario, en el entorno de La Vaguada, una de las zonas más "castigadas" por los grafiteros, hasta el punto de que los vecinos denuncian constantemente estos actos vandálicos y han pedido al Ayuntamiento de Zamora que intensifique las labores de vigilancia.
Aunque aún no "estamos operativos al cien por cien", explican, ya se están poniendo en contacto con comunidades de propietarios de la capital para ofrecer sus servicios, aunque su intención es extender su radio de acción a la provincia y al resto de las provincias de Castilla y León.
