En Ferreras de Arriba, se ha mantenido viva una de sus más arraigadas tradiciones: la colocación del Mayo, un evento que marca el inicio de la primavera de una manera única y emblemática. La noche del último día de abril, toda la juventud del pueblo se reúne para llevar a cabo este tradicional ritual.
El protagonista indiscutible de esta celebración es el Mayo, un tronco de roble adornado con dos grandes ramas en la punta. En una rama se coloca el propio Mayo, mientras que en la otra se sitúa la Maya. Esta antigua práctica, que se remonta a tiempos pasados, solía realizarse antes de la medianoche, seguida del repique de campanas para marcar oficialmente el inicio de la festividad.
Una de las particularidades más llamativas de este evento es el acto de "vestir a los mayos", donde los jóvenes del pueblo solían tomar prendas de vestir de los vecinos para decorarlo. Aunque esta costumbre ha evolucionado con el tiempo, en la actualidad cada joven contribuye con alguna prenda para la decoración, manteniendo así viva la esencia de la tradición y fortaleciendo el sentido de comunidad.
Además, otra costumbre arraigada en Ferreras de Arriba es la rifa del palo del Mayo una vez que se retira, lo que fomenta la participación y el sentido de pertenencia entre los vecinos.