Aunque algunos han vivido unas primeras dos jornadas de buenas ventas, la mayoría del comercio que ha decidido abrir ya espera con ansia la llegada de la fase 1 para que se reactiven las ventas.
Tiendas vacías que vivieron una mejor jornada la semana pasada cuando sólo se podía acceder con cita previa. Salidas de ERTEs con la duda de si ha sido una buena decisión o será un gasto de dinero que aún no se podrá recuperar. Y algunas luces en comercios que han vendido bastante en su primer jornada. Esta es la radiografía del comercio zamorano que podía abrir, pese a estar en la fase 0, desde este lunes y en el que no ha habido especial movimiento.
Con la población todavía confinada durante gran parte del día, basta con ver las calles principales de la ciudad para saber que el comercio no está teniendo especial afluencia. Santa Clara, San Tocuarto, Víctor Gallego, Tres Cruces o La Marina presentan cada día un aspecto de mayor normalidad pero lejos todavía del ajetreo de un día laboral.
Deportes Base es uno de esos comercios que sí que han tenido bastantes ventas. El calzado deportivo para los niños y la ropa de deporte han sido los dos productos estrella que han llevado a muchos zamoranos a esta tienda. Bien por el crecimiento, bien por el desgaste, los productos deportivos son de los más demandados.
Hache, en la calle de la Amargura, es el contrapunto siendo también un producto deportivo pero más de calle. Mientras hubo apertura de comercio con cita previa, muchos asiduos a Hache decidieron acudir para comprar algún regalo pendiente o darse un capricho tras meses de confinamiento. Sin embargo, las dos primeras jornadas de apertura normal no están siguiendo la misma tónica y eso que ha obligado a dos trabajadores a salir del ERTE en el que estaban, por lo que se han aumentado los gastos.
Las grandes superficies como Bershka o Stradivarius, lejos de la clientela que solían tener y con un aforo máximo que no supera las 21 personas en el caso de la primera de las franquicias, sí que se ha visto movimiento en las primeras jornadas.
Otros pequeños comercios, además de gel hidroalcóholico y otras medidas de seguridad, han situado flechas en el suelo para indicar el camino que deben recorrer los clientes y así, en caso de haber varias personas dentro, no juntarse nunca.
