En medio de la desilusión la alegría vino por parte de la empresa Gumer, que donará 500 euros para la realización del nuevo gigante.
No pudo ser. El agua daba al traste en la tarde de ayer por segunda vez con las ilusiones de la Asociación Capitonis Durii, que hubo de suspender su ruta medieval después de haber suspendido también su primer pasacalles.
Para dar ánimo a los miembros del colectivo que preside Luis Fernando García Martín (y en especial a los veinte niños que se estrenaban este San Pedro por las calles y que han visto cómo su ilusión no podía cumplirse), hasta la sede de Capitonis se desplazó la concejala de Cultura, María Eugenia Cabezas, quién acompañó a los socios en unos momentos de tristeza y decepción al ver cómo sus gigantes y gigantillas se quedaban de nuevo en casa.
La tarde tuvo un sabor agridulce, pues para contrarrestar el desánimo, el gerente de la empresa Gumer se acercó al local de la asociación para anunciar a los socios la donación de 500 euros para la realización del nuevo gigante, uno de los hijos de Arias Gonzalo, lo que fue una inyección de alegría en una tarde de lluvia y desilusión.
Pronto los veremos en la calle y seguro que ese día brilla el sol para que puedan resarcirse del agua de estas fiestas de San Pedro.