Nikki Drums, la batukada familiar que late con fuerza en Zamora

“Lo que más me gusta es que se lo tomen como una terapia”
Nikki Drums
photo_camera Nikki Drums

En Villaralbo, el ritmo se ha convertido en un idioma común gracias a Nikki Drums, la única batukada de Zamora. Lo que empezó como una idea casi a medias se ha transformado en un grupo que hoy reúne a 29 personas de todas las edades con ganas de crecer y de hacer vibrar a toda la provincia con sus tambores.

La chispa la encendió el “gusanillo” de la percusión. Todo comenzó cuando algunos de sus integrantes insistieron a Julio Fraile, alma mater y director del grupo, para arrancar un nuevo proyecto. “Al principio me decía que no, que en verano estaba lleno de compromisos con la charanga. Al final accedió y poco a poco, de boca en boca, nos fuimos juntando. Hoy somos casi treinta y, lo mejor de todo, con un ambiente de familia”, recuerda Noelia, miembro de Nikki Drums.

Los ensayos, que se celebran dos veces por semana en un local cedido por el Ayuntamiento, son mucho más que horas de práctica. Para muchos, son una auténtica terapia: “Llegas con el estrés del día y en cuanto coges las baquetas, desconectas. El ritmo, la energía de los compañeros y la intensidad hacen que salgas nuevo”, cuentan. No faltan anécdotas,  quienes pensaron en dejarlo porque no se veían capaces, hoy no pueden imaginarse sin el grupo, los más tímidos acaban perdiendo la vergüenza y siempre hay risas y un ambiente que va más allá de la música. Algo de lo que Julio se siente realmente orgulloso: “Lo que más me gusta es que se lo tomen como una terapia”. 

Este verano ha sido clave para Nikki Drums. Han tenido varios bolos en fiestas y eventos en pueblos de Zamora, una oportunidad única para desenvolverse, mostrar su nivel y seguir creciendo como formación. Aunque no siempre pueden acudir todos por cuestiones de trabajo o compromisos, el grupo sueña con crecer y hacer que se unan cada vez más integrantes: “Cuantos más seamos, mejor sonaremos y podremos llegar a más sitios. Queremos que se nos escuche en toda Zamora”.

Gracias al empuje de las redes sociales y al boca a boca, Nikki Drums empieza a sonar más fuerte en los pueblos. Han actuado en Villaralbo, el Barrio de Pinilla y otros municipios, y ya hay gente de lugares como Alcañices que se está animando a formar parte del proyecto.

“Queremos que esto siga creciendo y que el ritmo contagie a toda la provincia. Somos la única batukada de Zamora y queremos que se nos reconozca. Que la gente se anime, que venga, porque aquí lo que sobra son ganas y buen rollo”.

Nikki Drums ya es mucho más que una batukada, es el latido compartido de un grupo de amigos y familias que encontraron en los tambores una manera de disfrutar juntos. Y, como ellos mismos dicen, esto no ha hecho más que empezar.

Comentarios