La música de la Vía de la Plata cobra nuevas dimensiones bajo la influencia celta. Y con ella, Zamora. El que llevaba siendo un sueño, un proyecto cocinado a fuego lento, se ha convertido en el último trabajo del gaitero Carlos Núñez con el que crea un “himno celta” que permita conectar a todos los países del Atlántico. Así nace “Celtic Sea”, un disco que cuenta con un marcado acento local de la mano de Miguel Manzano y Alberto Jambrina.
La música de Zamora se internacionaliza dotándola de nuevos aires en una apuesta por realizar un viaje a través de todos los países con el bagpipe rhythm (ritmo de las gaitas) como base común. Una sinfonía de músicas de gran personalidad que permiten viajar por la cultura y tradiciones desde Irlanda, Reino Unido y Normandía hasta España, Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco pasando por la Vía de la Plata.
La que inicialmente se concibió como un himno por el 50 aniversario de la compañía Britanny Ferries en base a las melodías marítimas y las milenarias conexiones de los pueblos celtas del Atlántico fue cobrando nuevas dimensiones. El propio presidente de la compañía fue quien le trasladó la idea: “Me dijo que sería muy bonito que en España no sólo incluyéramos a Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco, sino que fuéramos más allá”. Concretamente a la España del interior, que no vaciada, porque para Carlos Núñez, Zamora es el centro neurálgico a nivel musical de la España peninsular. “Entonces dije: esta es la mía”.
Concebida como una gran arteria cultural y geográfica que se remonta a la época de los Tartessos, la influencia del camino empedrado que comenzó siendo la Vía de la Plata -posteriormente convertido en calzada con la llegada de los romanos- con más de dos milenios de historia sirve de conexión unas músicas que viajan desde Huelva hasta Cangas de Narcea (Asturias) a través de la flauta y el tamboril.
La apuesta por el interceltismo que ya iniciaron los irlandeses The Chieftains -el propio Paddy Moloney ejerció de “padrino musical” de Carlos Núñez- o Polig Monjarret a bordo de los ferries adopta ahora matices modernos. Desde Dunnet Head hasta Finisterre, el aire de la música surcando el mar viaja sin fronteras hasta unir su destino con el de los cancioneros del zamorano Miguel Manzano.
Es Alberto Jambrina el encargado de dar forma a esta confluencia de culturas que conectan la sal con la tierra, la libertad del océano con el trabajo bajo el sol. Con su tamboril al hombro, es capaz de emular los ritmos de peteneras típicos de los ofertorios de la Sierra de Francia y Salamanca hasta pasar a las melodías leonesas con la chifla maragata pasando por sus interpretaciones con el rabel, la dulzaina, su colección de flautas de tres agujeros y el oboe, instrumento al que lleva volcado desde su reciente jubilación en el Conservatorio Profesional de Música cuyo nombre homenajea al “gran pionero en estudiar toda la música popular en su conjunto”.
Tres jornadas maratonianas de grabación con melodías interpretadas hasta en 150 ocasiones han marcado un excelso trabajo de selección que da como resultado una confluencia de músicas dotadas de gran personalidad con Zamora como nexo de unión. “Siempre se dice que el punto de encuentro de la música celta es Bretaña, pero en el caso de España es Zamora. Esta tierra entiende Galicia, el latir de Asturias, de León, de Un tesoro universal que ya comienza a tener ecos de los bretones e ingleses. “Es una música que les encanta y no conocían” hasta el punto de calificarla como “very exciting music”.
Como una familia, la música de “Celtic Sea” aúna en un mismo trabajo a algunos de los mejores músicos desde Canadá hasta Londres y Navarra pasando por Galicia. Nombres como Jon Pilatzke, Tim Edey, Bleuenn Le Friec, Itsaso Elizagoien o Esteban Bolado conforman esta completa apuesta que sonará más allá de los barcos de Britanny Ferries. Zamora acogerá el estreno mundial de una gira que pasará por grandes recintos como la catedral de Dublín (Irlanda) o el Royal Concert Hall de Glasgow (Escocia). Todo con la vista puesta en llegar hasta Argentina o Japón bajo una música cuyos primeros acordes en directo comenzarán a sonar en el Teatro Principal este mismo sábado y que contarán con la presencia del propio Jambrina.