Con los tractores apostados frente al edificio del Parlamento, Bruselas ha vivido una jornada histórica con la no aprobación de la propuesta para una nueva ley de uso sostenible de pesticidas. La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, ha dado marcha atrás y ha anunciado la retirada de la propuesta al tiempo que ha adelantado que el nuevo borrado buscará involucrar más al sector agrícola escuchando sus peticiones.
Un borrador de lo más cuestionado al apostar por la reducción a la mitad del uso de plaguicidas químicos y aquellos más peligrosos de aquí al 2030. Una propuesta que, tal y como ha señalado tras la votación la propia presidenta europea, "se ha convertido en un símbolo de polarización. Ha sido rechazada por el Parlamento y ya no hay progreso tampoco en el Consejo".
En todo caso, asegura que habrá que volver a abordar la cuestión abogando esta vez por "más diálogo y un enfoque diferente" e "involucración de las partes interesadas". En este sentido, von del Leyen ha defendido que, si bien merecen ser escuchados, el futuro debe orientarse hacia un modelo "más sostenible de producción" en el que el sector debe llevar la "batuta".
Effective nature protection must offer generous incentives.
— Ursula von der Leyen (@vonderleyen) February 6, 2024
Only if farmers can live off the land will they invest in the future
Only if we meet our climate & environment goals will farmers be able to make a living
Farmers are aware of this. We should place more trust in them. pic.twitter.com/t1W3nOJKYY
Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha abogado por hacer patente la tensión que se vive en centenares de ciudades de toda Europa a golpe de tractores, alpacas y fuegos artificiales: "Los agricultores son contribuyentes clave a nuestra seguridad alimentaria y también a la transición climática. Merecen respeto por el enorme trabajo que hacen en nuestro interés, y es importante que haya justicia, reducir la burocracia y aplicar los mismos estándares a todo el sector".
La crítica sostenida por el grupo de presión agroalimentario europeo contaba con el respaldo mayoritario de cientos de miles de agricultores que en estos días se están echando a la calle en todas las provincias de España, pero también a Bélgica, Italia, Alemania, Polonia, Rumanía, Grecia, Portugal, Países Bajos. Muchos de ellos han recorrido miles de kilómetros para llegar a la ciudad que acogerá este jueves una cumbre informal en la que estarán presentes los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea y que previsiblemente abordará la política agraria.