El calor y la reutilización de botellas plásticas, una combinación peligrosa, según los expertos

Más allá del riesgo bacteriano, el calor también acelera la degradación química del plástico, lo que puede liberar microplásticos y compuestos potencialmente tóxicos al agua
Botella de agua
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El uso de botellas de plástico de un solo uso se ha convertido en una práctica cotidiana, pero cada vez son más las voces científicas que advierten sobre los riesgos de reutilizarlas, especialmente cuando han sido expuestas al calor o han permanecido abiertas durante un periodo de tiempo prolongado.

El problema se agrava con el aumento de la temperatura, ya que las bacterias, levaduras y hongos proliferan más rápidamente en ambientes cálidos. Así lo evidenció un estudio japonés de 2013, financiado por el Ministerio de Salud nipón, en el que se dejó una botella abierta durante dos semanas a 25 °C: al finalizar el experimento, se hallaron múltiples formas de microorganismos contaminantes.

Más allá del riesgo bacteriano, el calor también acelera la degradación química del plástico, lo que puede liberar microplásticos y compuestos potencialmente tóxicos al agua. Un estudio realizado en 2018 por la Universidad Estatal de Nueva York encontró que el 93% de las botellas analizadas en nueve países contenían fragmentos de plástico.

Las botellas de plástico están fabricadas, mayoritariamente, con PET (tereftalato de polietileno), un material que puede desprender compuestos como bisfenol A (BPA) y ftalatos. Según la epidemióloga Nicole Deziel, de la Universidad de Yale, estos compuestos podrían estar relacionados con disruptores endocrinos, sustancias que interfieren en el sistema hormonal humano. Aunque la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU.) afirma que su uso en envases alimentarios es seguro, otros estudios piden precaución.

A día de hoy, la comunidad científica no ha alcanzado un consenso claro sobre el grado de riesgo para la salud humana, pero coincide en desaconsejar el consumo de agua de botellas plásticas abiertas y expuestas al calor. Esto es especialmente importante en verano y dentro de vehículos, donde la temperatura puede superar los 60 grados, multiplicando los efectos negativos.

Ante esta situación, los expertos recomiendan:

Evitar reutilizar botellas de plástico de un solo uso.

Sustituirlas por botellas de vidrio o acero inoxidable.

No dejar botellas al sol ni dentro del coche, aunque estén cerradas.

Desechar cualquier botella abierta que haya estado expuesta al calor.

Lavar regularmente las botellas reutilizables para evitar la acumulación de bacterias.

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