Según información del Ministerio de Agricultura, recolectado por EAE Business School, escuela de negocios en Madrid y Barcelona, en España la compra de vino en el canal de alimentación creció un 25 % durante los once primeros meses de 2020.
El informe publicado sobre el sector vitivinícola 2021 revela que los vinos más demandados, tanto a nivel de consumo global como en las tiendas españolas, son los que tienen Denominación de Origen (D.O.). Un 31,3 % en valor y un 32,7 % en volumen, en comparación con el año anterior.
La actual Ley española de la Viña y del Vino define como “D.O” a los vinos regulados por un consejo regulador y que deben cumplir una serie de requisitos. Es decir, cuentan con propiedad intelectual para que no puedan ser replicados o falsificados.
DOCa Rioja es el vino más demandado. En 2019, fue consumido por cerca de 11.630 miles de personas, seguido por la DO Ribera del Duero, con 8.455, DO Rueda con 4.322, DO La Mancha con 3.383 y DO Valdepeñas con 3.148.
La demanda del vino también está impulsada por el perfil del consumidor español. Los consumidores promedios buscan un valor añadido a los productos antes de adquirirlos. Respecto a la compra de vino, hay factores que influyen en las decisiones de compra, como sus beneficios en salud y el respaldo de estudios. Asimismo, variables como la cultura y diversión, prestigio y porque es un producto tradicional.
Diversas investigaciones sugieren que beber vino con moderación ofrece beneficios en la salud por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, entre ellos, la Fundación para la investigación del Vino y la Nutrición (FIVIN). Las uvas tienen altos niveles de polifenoles y bioflavonoides, antioxidantes que reducen el estrés oxidativo producido por un desequilibrio entre los radicales libres en el organismo y que incrementan el riesgo de cáncer y otras enfermedades crónicas.
El consumo de vino está asociado con una diferenciación cultural y fenómenos sociales como “la moda del vino”. Esta bebida también ocupa un espacio importante entre los productos de lujo relacionados con una connotación de prestigio y “status”.
Por esta razón, están destinados para momentos y situaciones especiales. Aunque el vino está ligado a un producto alcohólico, el informe destaca que existen nuevas tendencias en el mercado, como un mayor interés de los consumidores en vinos con menos graduación alcohólica, más ligeros y fáciles de beber, ya que se perciben como “más saludables”.
Este cambio ha promovido una mejor evolución de los vinos blancos en 2019. Mientras que los vinos espumosos destacan por ser productos orgánicos, naturales y biodinámicos.
Los canales de venta se concentran en supermercados (67,7 %), el 14,6 % en hipermercados, el 1,8 % en ecommerce, el 1,2 % en tiendas especializadas y otro 1,2 % en cooperativas.