El Z! Live es sinónimo de ruido de guitarras, de baterías descontroladas, de visitantes acercándose a Zamora, preludio de San Pedro y una de las fiestas del metal más importantes de todo el país. Sin embargo, en este año de pandemia, han tenido que reinventarse, reducir su propuesta musical, vivir un festival sentados y aun así triunfar. Con calma solo con manos arriba, tanto para animar a sus grupos como para pedir más cerveza en un ambiente raro, pero con toda la cordialidad y buen comportamiento que ha sorprendido a propios y extraños, Z LIVE es más que un festival por muy reducido que haya quedado este 2020.
Costaba imaginarse un festival con grupos del calado de Saurom, Dark Moor o Crisix en la "nueva normalidad". Era difícil pensar que el Z! Live Festival pudiera tener cabida en este 2020 y sin embargo los organizadores pusieron todo de su parte para vivir un festival seguro y poder disfrutar de algunos de los mejores grupos del panorama musical y que iban a venir en esta nueva edición. Una cuidada forma de hacer las cosas, un comportamiento ejemplar de los más de 500 espectadores que han tenido la paciencia de mantener las posaderas en las sillas por mucho que el calor y las ganas les hicieran votar de las mismas.
Por el camino hubo problemas, como la baja de Mägo de Oz, que iba a ejercer como cabeza de cartel y que fue sustituido por Saurom, quienes hicieron las delicias del público en un concierto que había colgado el no hay billetes desde hace días. La nueva normalidad obligó a colocar mesas para disfrutar de los conciertos y eliminar el servicio de barra. Tampoco estuvieron los famosos food trucks tan habituales en anteriores ediciones.
Sin embargo, lo que sí hubo fue música y bebida y comida. La música comenzó a las 17.30 con los gaditanos The Electric Alley que fueron los encargados de abrir este festival sin saltos, pero si con gritos, con mucho que contener pero con todas las medidas de seguridad necesarias y con la sensación en todos los asistentes de ser unos invitados VIP ya que cabía la posibilidad de hacer on-line los pedidos de consumiciones y eran servidos en mesa (o en el asiento asignado para ello en el caso de la grada) sin la necesidad de moverse ni un solo momento del sitio para disfrutar.
Después de The Electric Alley fue el turno para los valencianos de Ópera Magna, con más de dos décadas a sus espaldas sobre los escenarios. Con el paso de las horas, el ambiente se fue animando y los asistentes disfrutaron cada vez más y más de este festival de la nueva normalidad con la llegada de Dark Moor y el plato fuerte de Saurom. Un grupo legendario que llevaba meses sin escenario, con todas las ganas de España de volver y así fue, ellos agradecieron en nombre de todos los grupos, la asistencia de todos los que en la noche del sábado han disfrutado de una manera mucho más "pija que heavy" de un espectáculo que ha vuelto a sonar de 10 gracias los chicos de Pedro Galende y a los ingenieros de sonido de todas las bandas que fueron una en el Ruta en este atípico Z Live 2020, antesala de la bomba que se espera en 2021.
Cerraron el festival los catalanes Crisix para acabar un festival que a la 01.00 horas se despedía hasta la edición del 2021 con la ilusión de poder realizarlo con normalidad.
