La Iglesia Católica prohíbe el acceso a los monasterios de Belorado, Derio y Orduña al obispo excomulgado Pablo de Rojas

Se pedirá a cada monja clarisa que exprese su deseo de continuar o no en la Iglesia Católica, lo cual facilitará los trámites de excomunión para quienes decidan abandonarla
Las clarisas de Belorado
photo_camera Las clarisas de Belorado

La Iglesia Católica ha decidido tomar medidas drásticas contra el obispo excomulgado Pablo de Rojas y su colaborador José Ceacero, prohibiéndoles el acceso y la permanencia en los monasterios de Belorado, Derio y Orduña, así como en todos los inmuebles de la Iglesia. Esta decisión afecta también a cualquier persona vinculada a la Pía Unión de San Pablo Apóstol, grupo que no reconoce la autoridad del Papa Francisco y sigue al obispo cismático vietnamita Ngo Dinh Thuc.

El arzobispo de Burgos, Mario Iceta, ahora 'comisario pontificio' de estos conventos, explicó que se ha instado a de Rojas y Ceacero a abandonar estos lugares. En caso contrario, los servicios jurídicos de la Iglesia tomarán medidas al respecto. Iceta afirmó que las monjas de estos monasterios no pueden realizar movimientos administrativos extraordinarios, aunque actualmente no hay sospechas de irregularidades.

Además, Iceta anunció que se pedirá a cada monja clarisa que exprese su deseo de continuar o no en la Iglesia Católica, lo cual facilitará los trámites de excomunión para quienes decidan abandonarla. El arzobispo mostró su preocupación por la situación de las monjas y expresó su deseo de ser "delicado" en este proceso. Pidió la colaboración de los sacerdotes que han tenido buenas relaciones con las monjas de Belorado para actuar como intermediarios.

El martes por la tarde, Sor Isabel, la exabadesa, recibió un burofax informándole del fin de su mandato, nombrando a Mario Iceta como el nuevo responsable del monasterio. Iceta recordó que los bienes de los monasterios pertenecen a la Iglesia y, en caso de supresión de los mismos, pasarán a la Federación de las Hermanas Clarisas de Nuestra Señora de Aránzazu.

Iceta aseguró que las monjas mayores están recibiendo cuidados, aunque lamentó que no tengan la atención espiritual católica que siempre han valorado. "Seguimos orando para que reconsideren su decisión y encuentren el camino de retorno a casa", afirmó el arzobispo, elogiando también el trabajo de las monjas y su cuidado del patrimonio.

No hay un calendario definido para las próximas actuaciones, y se tomarán decisiones según el feedback recibido de las monjas. Iceta espera que la situación se revierta y, hasta ahora, no ha recibido respuesta de Sor Isabel.

Respecto al criadero de perros sin licencia que operaban las monjas clarisas de Belorado, Iceta mencionó que en diciembre pasado visitó el convento debido a informes sobre esta actividad, la cual fue negada por las monjas pero sancionada por la Junta de Castilla y León. Hace un mes, se presentó una denuncia al respecto en el canal ético de la Archidiócesis.

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