El Gobierno de Castilla y León ha solicitado al Ejecutivo central que declare zonas gravemente afectadas por emergencia de protección civil a los municipios afectados por los incendios forestales de este verano.
Desde julio, Castilla y León ha vivido altas temperaturas prolongadas, combinadas con un elevado riesgo de incendios forestales. Durante julio y agosto, el Plan INFOCAL se mantuvo activo ante incendios graves que podían afectar a la población y bienes no forestales, requiriendo medidas de protección inmediatas. Y el 12 de agosto se declaró la situación operativa 2, coordinada por el CECOPIA, para asegurar la gestión conjunta de las autoridades autonómicas y provinciales.
La solicitud de declaración de emergencia se justifica por los graves impactos personales y materiales de los incendios: varios fallecidos, personas heridas por quemaduras, más de 8.000 desalojados, destrucción de viviendas y enseres, y daños significativos en explotaciones agrícolas y ganaderas.
La magnitud de estos incendios supera los recursos de los municipios afectados y requiere la intervención del Estado, permitiendo la adopción de medidas extraordinarias. Entre los daños identificados se encuentran infraestructuras municipales, redes viarias, acuíferos en riesgo, pequeñas empresas, recursos turísticos y el medio natural, además de actuaciones urgentes realizadas por los consistorios que deberán ser compensadas económicamente.
Con esta petición, Castilla y León busca activar recursos estatales que faciliten la recuperación inmediata de las zonas afectadas, proteger a los vecinos y garantizar la restauración de los servicios esenciales en las localidades golpeadas por el fuego.