El Consejo de Gobierno de Castilla y León ha aprobado este miércoles un completo programa de actuaciones destinado a la recuperación de las zonas afectadas por los incendios forestales que han afectado a la comunidad durante el verano. La iniciativa, promovida por la Consejería de la Presidencia, incluye medidas de apoyo a familias, municipios, agricultores, ganaderos, autónomos y pymes, así como inversiones para la recuperación de infraestructuras, servicios públicos y patrimonio natural y cultural.
Entre las ayudas directas a las familias destacan los 500 euros para las personas desalojadas, financiación del alojamiento temporal y la reposición de viviendas, mobiliario y electrodomésticos. Los municipios recibirán apoyo económico para cubrir gastos derivados de la acogida de afectados y voluntarios, así como para la reparación de infraestructuras y equipamientos públicos.
Por su parte, agricultores, ganaderos y apicultores contarán con subvenciones por pérdidas de producción, reconstrucción de instalaciones y reposición de cercados. Además, autónomos y pymes podrán acceder a ayudas de hasta 5.500 euros y líneas de financiación preferente para mantener su actividad y empleo, así como incentivos para la creación y ampliación de empresas.
En materia de recuperación territorial, el plan incluye la retirada de escombros, reparación de caminos rurales, abastecimiento y depuración de agua, restauración de pastos y hábitats naturales, y apoyo a especies protegidas y cinegéticas. Se elaborarán planes de extracción de madera y biomasa quemada para evitar plagas, y se restaurarán infraestructuras forestales y de turismo de naturaleza. En el ámbito de protección civil se fomentará la prevención de incendios y se ofrecerá asistencia psicológica a los afectados.
Además, el programa contempla además medidas específicas para la recuperación del espacio protegido de Las Médulas, con limpieza de zonas quemadas, reconstrucción de infraestructuras y una nueva planificación de proyección turística y cultural para convertir la zona en un ejemplo de regeneración patrimonial y dinamización económica.
Con estas actuaciones, Castilla y León busca no solo restaurar lo perdido tras los incendios, sino fortalecer la resiliencia de los territorios afectados y garantizar la recuperación social, económica y ambiental de la comunidad.