Las previsiones de lluvia impiden la instalación de los pasos de La Caída y La Santa Cena en los altares de la Junta pro Semana Santa y la Cofradía de la Vera Cruz.
No es jueves y el sol ha salido tímidamente en algunos intervalos de la mañana, pero Zamora ha celebrado con toda solemnidad la festividad del Corpus Christi con el paso del Santísimo Sacramento por las calles tapizadas de tomillo y cantueso. Centenares de niños de Primera Comunión y la práctica totalidad de cofradías de la Diócesis han acompañado a Jesús Sacramentado en la tradicional procesión presidida por el Obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, que ha discurrido desde la Catedral hasta la Plaza Mayor.
Las campanas de la torre del Salvador anunciaban desde primera hora de la mañana la solemnidad del Corpus Christi. Centenares de niños acudían al templo mayor con sus galas de Primera Comunión mientras en el interior de la seo la Hermandad del Corpus Christi celebraba su día grande con la preciosa custodia de plata ya instalada en el carro triunfante para recorrer las calles de la ciudad.
El baile de los gigantes y las gigantillas y el sonido de las dulzainas, gaitas y flautas y tamboriles de la Asociación Tradición y Música Popular, así como las cornetas y los tambores, anunciaban el cortejo en una mañana un tanto fría y con previsión de chubascos que poco parecía importarle a los niños, que portaban bandejas con pétalos de flores y lucían sus mejores galas y sonrisas con el habitual bullicio que reina a su paso por las calles.
Precisamente el riesgo de lluvia ha impedido la instalación del altar de la Junta pro Semana Santa con el paso de La Caída en su 150 aniversario, así como el previsto por la Cofradía de la Vera Cruz con la Santa Cena en su 25 aniversario. Ambos grupos escultóricos se han quedado en el Museo cuando todo estaba a punto para poder ser exhibidos en la calle y rendir honores al paso del Santísimo.
Representaciones de la práctica totalidad de cofradías de Pasión y de Gloria de la Diócesis y asociaciones religiosas así como la Junta pro Semana Santa precedían el paso del Santísimo, arropado por el clero y el Cabildo Catedral de Zamora en una procesión presidida por el Obispo de Zamora, quien ya en la Plaza Mayor alzó la Sagrada Forma para su pública veneración.
Los acordes de la Banda de Música de Zamora arropaban con marchas de gloria el paso de Jesús Sacramentado ante ventanas y balcones engalanados con reposteros y mantones como es costumbre, mientras centenares de personas esperaban en las aceras con ropa de domingo y se persignaban ante el Santísimo.
Una lluvia de pétalos lanzados por los niños de Comunión despidió a Jesús Sacramentado en el día grande de la Iglesia mientras las calles guardaban el perfume del tomillo y el romero y Zamora cumplía con una de sus traiciones seculares. No es jueves y el sol ha brillado tímidamente en una mañana lluviosa, pero la ciudad ha marcado un año más con el rojo de la fiesta y la solemnidad el día grande del Corpus Christi, el día de la Caridad.
Fotos: Marcos Vicente