Ante la llamada de Zamora News para que nuestro obispo valorara la semana de Pasión, la respuesta amable y agradecida siempre de un hombre sencillo marcado por la cercanía y la humanidad.
Monseñor Valera hacía balance de un momento clave en el desarrollo "normal" del año en Zamora y que en esta ocasión si que ha sido casi normal en su dia a dia solo marcado por las ausencias notables del lunes santo cuando debido a la lluvia no se pudo celebrar la procesión tanto de Jesús en su Tercera Caída como la del Cristo de la Buena Muerte.
El Obispo centra su atención en la esencia y en no dejarse influenciar por otras semanas santas que nada tienen que ver con la zamorana. La austeridad, la devoción y la sencillez han de primar y sobre todo ha de mantenerse esa esencia que le da a la Semana Santa de Zamora su inigualable prestigio.
Don Fernando apelaba a la necesidad de poder mantener todo lo que la Semana de Pasión tiene sin necesidad de igualar otras acciones ni grandes acontecimientos que dentro de la Semana Santa de Zamora no han tenido lugar y deben obviarse. Zamora tiene su esencia, así lo contaba el pastor de las almas cristianas de la Diócesis de Zamora.
