El 26 de octubre de 2005 la Asamblea General de las Naciones Unidas por medio de la Resolución 60/5 invita a los Estados Miembros y a la comunidad internacional a reconocer el tercer domingo de noviembre de cada año como Día Mundial en recuerdo de las víctimas de los accidentes de tráfico, en homenaje de las víctimas de accidentes de tráfico y sus familias.
Los accidentes en carretera provocan la muerte de cerca de 1,3 millones de personas y daños o alguna incapacidad en otros 50 millones. Constituyen la principal causa de mortalidad entre los jóvenes de edades comprendidas entre los 15 y los 29 años. La Organización Mundial de la Salud y el Grupo de Colaboración de las Naciones Unidas para la Seguridad Vial alientan a los gobiernos y las organizaciones no gubernamentales de todo el mundo a conmemorar ese día con el fin de atraer la atención pública hacia los accidentes de tráfico, sus consecuencias y costes, y las medidas que pueden adoptarse para prevenirlos.
Más de mil personas mueren cada año en accidentes que han tenido lugar en carreteras convencionales, aquellas vías que no tienen separación física entra ambos sentidos de circulación, y que suponen el 77% de los fallecidos en vías interurbanas.
Un total de 895 personas han muerto en accidentes de tráfico ocurridos en las carreteras españolas en los nueve primeros meses de este año, doce más que en el mismo periodo de 2017.
Y así podríamos seguir con decenas de titulares. Si pensamos en los que ya no están posiblemente muchos de los accidentes que ocurren o han ocurrido podrían haberse evitado, por eso hoy y todos los días al sentarse en el coche y al ponerse el cinturón de seguridad, reflexionen, la vida lo merece.