Cerealto Siro Foods, con fábrica en Toro, está inmerso en un plan de viabilidad que se ha traducido en una decena de despidos en la planta toresana. Mientras, los empleados han decidido convocar una huelga, aunque aún debe decidir la fecha.
Y, ahora, en plena crisis, se ha sabido que el grupo Cerealto Siro se salvará de la quiebra gracias a su venta a dos fondos de capital riesgo: el estadounidense Davidson Kempner y el turco Afendi, según publica OK Diario.
Los nuevos propietarios se quedan con el 85% de la compañía palentina mediante la asunción de su deuda, en la que los bancos acreedores tendrán que asumir una quita de hasta el 80%. El propietario actual, José Manuel González Seara, mantendrá el 15% restante del capital, siempre según la información de OK Diario.
Al parecer, la oferta ha sido aceptada por los principales acreedores CaixaBank, Santander y Sabadell para poder cobrar 60 millones en efectivo y mantener una deuda de otros 50 millones de euros.
Poco más se sabe de la operación y de como afectará a los empleados de la fábrica de Toro llamados a una huelga tras una asamblea en la que se votó a favor de los paros.
El Comité exige a Cerealto Siro Foods una serie de condiciones antes de sentarse a negociar el Plan de Viabilidad: un plan de mantenimiento de empleo, el cierre de los convenios abiertos desde 2020 y 2021, información sobre los posibles inversores y un plan industrial para cada planta. Unos mínimos sin los que aseguran no se sentarán a hablar, tal y como se adoptó de manera unánime en una reunión con los trabajadores.
Desde la empresa alegan causas organizativas, económicas y de producción, si bien se han producido nuevos contratos para ocupar las plazas vacantes y apuestan por recortar el coste por hora, lo que repercutiría directamente en el salario de unos trabajadores que temen más despidos, teniendo en cuenta que la empresa se está llevando parte del trabajo a la planta de Portugal. Ahora, con la venta, la negociación podría quedar en el aire.
