La Tercera Caída regresa a las calles de Zamora tras tres años de ausencia y parón marcados primero por el Covid y posteriormente por la lluvia. Hoy las miradas se dirigían a un cielo que se ha ido encapotando pero que no ha impedido la salida de una de las procesiones más especiales de la Semana Santa de la ciudad, entre cánticos, pasos venerados, pero también "pesados".
Es el caso de la obra 'Corona de Espinas' ideado por el escultor benaventano José Luis Alonso Coomonte, doblemente presente en esta procesión gracias a la Cruz de Yugos. Y es que el segundo paso que desfila en esta procesión que parte de la iglesia de San Lázaro en dirección a la Plaza Mayor es uno de los más pesados de la Pasión zamorana y, de largo, el que supone un mayor esfuerzo para los cargadores de la Hermandad.
Ni más ni menos que una tonelada de peso conforma esta cruz de arados de hierro que incrementan el peso total. La Corona procesiona en una mesa de andas, un peso que a dividir entre la treintena de cargadores sale a una media de 33,3 kilos de media.
La historia del paso, relatada por la hermandad
Desde 1999 forma parte del desfile de nuestra Hermandad. Su obra religiosa, que explora las posibilidades de nuevos materiales y de modos de expresión acordes a las propuestas del Concilio Vaticano II, se encuentra profundamente vinculada a la imaginería y estética de la hermandad de Jesús en su tercera caída. Se trata de una sucesión circular de rejas de arado romano entrelazadas entre sí mediante soldaduras y que traduce a proporciones ciclópeas la corona de espinas de la Pasión Cristo.
En este trabajo se une la misma filosofía que en la Cruz de Yugos que la complementa, en ella se exalta el hierro como elemento esencial para el autor. Su funde aquí, mejor que en ninguna otra obra de su producción la profunda raigambre tradicional de su obra, de su formación, de sus fuentes de inspiración, con la más absoluta modernidad en su concepción, interpretación e incluso en la manera de resolver el tratamiento del material. La pieza fue expuesta en el año 2011 en la exposición Passio, edición de la muestra Las Edades del Hombre celebrada en Medina del Campo y Medina de Rioseco.