La figura de Ramón Álvarez, nacido en la localidad zamorana de Coreses, sigue viva en las calles de Zamora cada Semana Santa, donde sus imágenes procesionales despiertan cada año una emoción difícil de describir. A 125 años de su fallecimiento, el Museo Etnográfico de Castilla y León acogió la proyección del documental 125 años del adiós de Ramón Álvarez, una producción dirigida por Óscar Antón que repasa la trayectoria del escultor desde una perspectiva artística, histórica y profundamente humana.
La iniciativa, ideada por la Asociación de Cofrades y Amigos por la Semana Santa de Zamora Luz Penitente, marcó el inicio de una ambiciosa programación que se extenderá durante los próximos meses con motivo del bicentenario del nacimiento del imaginero. A través de actividades culturales, musicales y expositivas, se busca revalorizar no solo su obra, sino también el impacto que tuvo (y aún tiene) en la identidad religiosa de la ciudad.
Entre los actos previstos, destacan propuestas como la recuperación del vídeo Rutas Ramón Álvarez 2014, Las Noches del Imaginero, que se proyectará próximamente en el propio Etnográfico, así como un concierto en el Teatro Ramos Carrión en el que sonarán marchas procesionales vinculadas a sus pasos más emblemáticos. También está previsto que la Casa del Cofrade albergue una exposición de pasos en miniatura, firmada por el artesano Marcos Vergel, que permitirá acercarse al imaginero desde una escala más íntima y didáctica.
Óscar Antón, autor de otros trabajos audiovisuales centrados en la cultura religiosa zamorana como De la Concha a La Hiniesta o El cierre del Museo de Semana Santa, vuelve a detenerse en una figura central para comprender no solo el arte sacro del siglo XIX en España, sino también la forma en que este diálogo entre fe y escultura sigue vertebrando la espiritualidad visual de Zamora.