Víctor Vicente es un joven de 16 años que ha cambiado la gran ciudad por el entorno rural zamorano. Originario de Castellbisbal cerca de Hospitalet de Llobregat, ahora reside en Villanueva de Valrojo, desde donde afronta cada día un desafío que combina su pasión por el motor con el esfuerzo de la educación. Víctor recorre 110 kilómetros diarios en su coche sin carnet para acudir a Benavente, donde cursa estudios de automoción en el Instituto de los Sauces.
A pesar del esfuerzo que supone desplazarse tantos kilómetros cada día, Víctor lo tiene claro: “Aquí estoy muy bien”, afirma con una sonrisa. Su historia es un testimonio de perseverancia y vocación, que demuestra que la vida en un pueblo también puede ofrecer oportunidades si se cuenta con el empuje necesario.
Un futuro sobre ruedas
Lo que hace especial la historia de Víctor es su pasión por el motor. No solo estudia automoción, sino que ya está involucrado en el mundo de la competición desde muy pequeño y la aventura de recorrer el camino de Santiago desde Roncesvalles en bici también hizo saltar una chispa competitiva a este joven de sonrisa fácil pero parco en palabras. Actualmente prepara un Nissan Micra para correr en rallys y participa activamente en pruebas de Car Cross o CEAX -

Cada fin de semana, junto a su padre, ajusta y pone a punto su vehículo, soñando también con competir en el Campeonato de España de la Copa Micra. “Disfruto mucho de las carreras y estoy aprendiendo mucho”, afirma con entusiasmo. Su padre es el experto en mecánica, su madre, la que organiza todo y él, el joven piloto con ganas de comerse el mundo del automovilismo.
Pero la pasión de Víctor no solo se queda en la carretera. Gracias a la tecnología, entrena con un simulador que ha desarrollado con la ayuda de su padre. Desde su pueblo en la Sierra de la Culebra, se prepara para competir con los mejores, mostrando que la distancia no es un obstáculo cuando hay ganas de aprender y superarse. Cada fin de semana compite con sus compañeros vía on line y como dice su madre a veces se mosquea mucho pero es un gran aliciente para él.
Víctor participa en el CEAX - Campeonato de España de Autocross, el campeonato, la mejor opción para empezar a su edad, y hace el campeonato entero que consta de 7 pruebas por toda España, en las localidades de Jerez de los Caballeros, Esplús, Talavera de la Reina, Carballo, Arteixo, Miranda de Ebro y Mollerussa, en la Copa Micra - Castilla y León / Asturias, también participa aunque realmente el más importante campeonato es el CEAX. Para ellos la ilusión por su Micra es manifiesta, toda la familia participa en la puesta a punto del vehículo que estrenará en breve.
Un desafío que refleja la realidad de muchos jóvenes
La historia de Víctor pone sobre la mesa un reto que afecta a muchos jóvenes de la España rural: la movilidad y el acceso a la educación. Mientras en las ciudades el transporte público facilita los desplazamientos, en los pueblos la única opción para muchos estudiantes es recorrer largas distancias cada día. Sin embargo, lejos de verlo como un impedimento, Víctor ha hecho de esta situación una oportunidad para demostrar su capacidad de esfuerzo y dedicación.
Desde Hospitalet o Castellbisbal, un pueblo "pequeño" de 12.000 habitantes, hasta Villanueva de Valrojo, Víctor y su familia han apostado por una nueva vida en el pueblo. Aunque el cambio ha supuesto un hándicap en muchos aspectos, también ha abierto nuevas puertas y permitido que el joven desarrolle su pasión por los coches y las carreras en un entorno que, aunque más alejado, le ofrece calidad de vida y tranquilidad. Un cambio de una ciudad a un pueblo que no ha supuesto aparentemente un problema para los tres integrantes de la familia sino una solución de vida.
Jóvenes como Víctor son los que necesita este país: gente con empuje, con talento y con un futuro que va sobre ruedas.
