Es zamorana y sayaguesa convencida, una abanderada de su tierra desde las gradas. Cristina Lázaro es la cara que se esconde tras la plantilla de la Selección Femenina de Baloncesto, lleva siete años en calidad de preparadora física, puesto que compagina con su trabajo en una clínica privada de fisioterapia en León.
El cuentakilómetros de su vehículo está siempre en marcha. De los viajes a su pueblo, Bermillo de Sayago para colaborar estrechamente con la asociación cultural La Mayuela, a León y de ahí a donde la Selección le lleve. Desde su salida de las aulas universitarias, Cristina ha pasado su vida dedicada a la preparación física y rehabilitación en general, y al deporte en particular. Sus manos y consejos han pasado por las filas de la Federación de Baloncesto de Castilla y León y desde 2015 de la mismísima Selección Española que este año se ha hecho con el Torneo de Melilla en la categoría Sub-15.
Un logro que se suma a los cosechados ya entre 2017 y 2019 cuando sumaron dos bronces y otro oro. Cuatro preseas que sólo se han visto interrumpidas por la pandemia provocada por la Covid-19 y que evidencia el buen estado de forma de las jóvenes promesas del baloncesto español, siempre bajo las directrices de una plantilla formada por algunos de los mejores profesionales del país y entre los que destacan varios nombres zamoranos como el de Cristina, pero que también alcanzan al baloncesto masculino.
“Todos los veranos nos concentramos para celebrar el Torneo de la Amistad, que sería similar a un europeo por categorías. Todos los años tenemos una cita internacional y este año tocó en Melilla”. Cristina asegura que los buenos resultados son fruto de la calidad de sus jugadoras así como del seguimiento de las mismas por parte de los preparadores y equipo técnico que revisa “bajo lupa” cada uno de sus partidos y actuaciones para optimizar resultados en las tres concentraciones anuales que reúnen a la Sub-15.
“Ahora mismo España tiene buena cantera de casi todo. Es fácil jugar con la camiseta rojigualda”, bromea.
Los inicios de Cristina en el mundo del baloncesto estaban ligados a la Federación de Castilla y León en calidad de entrenadora desde 2014 al 2020. Su nombre sonó para el equipo nacional al que se terminó incorporando. “Empecé yendo los veranos y luego me incorporé al resto de convocatorias que se realizan en el puente de diciembre y en Semana Santa”.
Titulada en INEF por la Universidad de León y también en Fisioterapia en el campus que la Universidad de Valladolid tiene en Soria, Cristina asegura que su pasión pasa por todo el proceso de recuperación y readaptación del cuerpo, un papel que también desarrolla de manera activa durante sus llamadas de la Selección.
