miércoles. 27.09.2023

Oriente y Sayago, unidos por el barro: los talleres más internacionales que triunfan en plenos Arribes

Unos talleres basados en el economía circular logran atraer hasta Gamones a artistas internacionales que arrastran a alumnos desde el otro lado del Atlántico: desde México y Philadelphia pasando por Italia y numerosos rincones de España como Valencia

Mami Kato y Chisato Kuroki repiten experiencia y se convierten en todo un reclamo para los apasionados por el mundo de la cerámica que se enamoran de la combinación de la experiencia oriental y el paisaje típicamente sayagués

Nuria de Numa Cerámica, Mami Kato y los alumnos muestran las piezaz creadas con la técnica del Earth Pot. Fotografía: CEDIDA
Nuria de Numa Cerámica, Mami Kato y los alumnos muestran las piezaz creadas con la técnica del Earth Pot. Fotografía: CEDIDA

Artistas reconocidas a nivel mundial preparan su agenda con una fecha fija en el calendario: la cita con Gamones de Sayago y Nuria, nuestra Numa. Hablar de ella es hablar de la artesanía más pura, la que se fusiona con la naturaleza, la que se respira y se siente, pero también la que contagia con su espíritu hasta el punto de atraer a dos grandes del mundo de la cerámica oriental como son Mami Kato y Chisato Kuroki. Su renombre ha hecho el resto. 

No es la primera vez que estas maestras ceramistas se dan cita en el taller de Nuria. Chisato, afincada en Barcelona donde ambas se conocieron en un curso, fue la primera en inaugurar los encuentros que desde hace seis años se vienen organizando en torno a los hornos de este taller, uno de los últimos en activo de la comarca. También a la puerta de casa o al raso de un cielo estrellado en una noche de finales de julio.

El currículum y las imágenes del pasaje sayagués encandilan año tras año a los participantes que hacen de estos encuentros una cita internacional desde México y Philadelphia (EEUU) pasando por Italia y numerosos rincones de España como Valencia. 

Nuria de Numa Cerámica y su marido Delfín junto a la maestra ceramista japonesa Mami Kato. Fotografía: CEDIDA
Nuria de Numa Cerámica y su marido Delfín junto a la maestra ceramista japonesa Mami Kato. Fotografía: CEDIDA

Diez días de experiencias cerámicas que se resumen con un tirón sobre el calendario y que esconden más de seis meses de preparativos, billetes de avión, reservas y una programación al detalle -por no mencionar los nervios de acero que se disipan una vez los alumnos ponen un pie en Gamones-. Nada se le escapa a Nuria que contempla prácticamente todos los escenarios con ese optimismo innato y esa energía que parece que carga a base de paseos entre encinas y cortinas con paredes de piedra en seco capaces de activar los cinco sentidos. 

En total 22 alumnos que, junto a las maestras ceramistas, han recorrido la friolera de los casi 20.000 kilómetros que separan Japón de la parte más meridional de América del Norte. Todo para conocer las técnicas específicas en las que se han especializado, como el Rock Mould o el Earth Pot (cuenco de tierra) de cerámica moldeada al vacío.

Una filosofía que se complementa a la perfección con el contacto con la naturaleza y con el escenario idílico que ofrecen los Arribes del Duero en los que se enclava este municipio de poco más de 90 habitantes, pero que conquistó a Nuria y Delfín hasta el punto de dejar su vida en Madrid para apostar por un cambio de filosofía de vida. 

Mami Kato empleando la técnica del Earth Pot durante las experiencias cerámicas impulsadas por Numa Cerámica. Fotografía: CEDIDA
Mami Kato empleando la técnica del Earth Pot durante las experiencias cerámicas impulsadas por Numa Cerámica. Fotografía: CEDIDA

"Aquí todo es inspirador. Desde el silencio, los colores, la textura... Hay mucha filosofía de trabajo interior" hasta dar forma a unas piezas que "nacen" de la tierra para ser decoradas a base de esmaltes de ceniza de encina. Todo un proceso que deriva en la magia de la alquimia del fuego, con creaciones "de diez" derivadas de un proceso único. 

La misma magia que ofrecen los vecinos de la zona que, sin apenas ser conscientes, rompen con los estereotipos del sayagués (ni le quites ni le des, pero lo mismo te ofrece una lechuga que el último calabacín recién arrancado de su huerto). Sayago les ofrece la síntesis perfecta entre tradición, arraigo, cercanía y oportunidades que enamora a todo aquel que pasa por estos talleres. "Hay una alumna mexicana que repite por tercera vez empleando tiempo de sus propias vacaciones, imagínate qué regalazo. Y nada más aterrizar ya está buscando vuelos para el próximo año". 

La experiencia es completa y a ello contribuye una economía circular que pone todos los servicios de la zona a disposición de los alumnos: desde el taxista que los recoge a la puerta de la estación de tren para llevarlos hasta Gamones, a la casa rural La Quincalla situada a metros del taller de Numa, pasando por el restaurante La Tortuga de Torregamones que se presta como es espacio idílico para tomar un café. También con la visita a los grandes centros de la alfarería popular de la comarca como son Pereruela y Moveros.

Todo ello con el amparo este año de la Fundación Caja Rural de la mano de Laura Huertos: "Ella ya me conocía por otras experiencias; vio lo que podía aportar a la comarca y en ningún momento dudó". 

Algunas de las piezas creadas por los alumnos en el encuentro cerámico con Chisato Kuroki. Fotografía: CEDIDA
Algunas de las piezas creadas por los alumnos en el encuentro cerámico con Chisato Kuroki. Fotografía: CEDIDA

Un apoyo que viene motivado por esa fusión de promoción turística que sitúa a Sayago en el mapa internacional y que lo posiciona como referente formativo ofreciendo una residencia artística de primer nivel pero que no deja de ser una importante apuesta por parte de Nuria: "Tenemos la suerte de que creemos en nosotros y de que la respuesta siempre es igual de buena": 

Porque los alumnos comienzan a llegar con las primeras interacciones online que lleva a que, más de un mes antes de iniciar las experiencias, ya se haya cerrado el curso. La labor de marketing no puede ser más sencilla y acertada: una foto de una encina centenaria, de una pared de piedra o de los Arribes del Duero, acompañando la imagen del taller y de Mami Kato. Un compendio "de tres" que inmediatamente deriva en los primeros mensajes interesándose. "Acabamos exhaustos, pero la satisfacción no puede ser mayor". 

Fue Chisato -ceramista contemporánea muy reconocida- quien inauguró estas experiencias al calor de los hornos del taller de Nuria. De eso hace seis años, cuatro más de los que cuenta Mami Kato, profesora de la Universidad de Tokoname, que supone ver el potencial del paraje sayagués para mostrar su técnica a más de 10.000 kilómetros de distancia. "La vio por las redes e inmediatamente le preguntó dónde era y ella misma dijo: Yo quiero ir allí". Ambas son las que desde 2022 se organizan y llaman a Nuria para ofrecerles la mejor fecha en la que pueden acudir y aunar la doble experiencia. 

Nuria de Numa Cerámica y su marido Delfín junto a la maestra ceramista japonesa Chisato Kuroki. Fotografía: CEDIDA
Nuria de Numa Cerámica y su marido Delfín junto a la maestra ceramista japonesa Chisato Kuroki. Fotografía: CEDIDA

 

Oriente y Sayago, unidos por el barro: los talleres más internacionales que triunfan en...