martes. 19.03.2024
Los integrantes del convoy parten del hotel en el que han descansado. Foto Paco Colmenero
Los integrantes del convoy parten del hotel en el que han descansado. Foto Paco Colmenero

Salimos a las 7 de la mañana de Francia, de nuestro corto descanso tras 1000 kilómetros de viaje, desayunamos en Clermont-Ferrand. 

Iniciamos la remontada hacia Alemania para intentar hacer al menos otros mil kilómetros y llegar a contactar con el 22 toneladas que descansaba más adelante tras 19 horas de camino. 

Llega el momento del contacto con el ejército ucraniano que pide ayuda de forma constante ya que los soldados en el frente necesitan medicinas y sobre todo material de primeros auxilios. Nuestro contacto es Dimitri y para que nuestro convoy sea identificado por ellos para la llegada a Polonia y el paso por su frontera hasta la población de entrega, es más que necesario que entre Javi hablando con Gema y Mayya con Dimitri y Oaxna todos pasemos a la acción. 

Los 21 de Cracovia 

Nos llega la información que ya tenemos controladas a las familias veintiuna persona para llevarnos a Zamora,  todo está más cerca pero la carretera cada vez tiene más tráfico y Alemania aunque está mejor organizada que Francia sufre de cantidad de obras que dificultan aún más nuestro incansable conducir hacia la llamada de nuestros amigos ucranianos que esperan nuestra llegada. 

Mayya nos enseña ucraniano y ruso a la vez que habla con Dimitri y luego con su madre que oye las bombas durante las conversaciones que tiene en un viaje que la llevará a su país natal. Las bombas se oyen sobre todo por la noche en Lugansk dice su madre pero no sabe a que distancia están cayendo. 

Las noticias buenas se suceden, la séptima furgoneta llevará a otras 7 personas más a Zamora, la adrenalina fluye y aunque con un palizón soberano, seguimos el camino. 

Dimitri cuenta a Mayya pormenores de como van las cosas y Javi escucha a Gema contar que hay tráfico de ayuda humanitaria e incluso mafias que mueven y parecen traficar en y con los almacenes de ayuda humanitaria...el hombre no escarmienta y sigue siendo ruin aún con las desgracias de los demás.

Nosotros descargaremos con el ejército ucraniano en territorio aún por definir si todo sale bien . Ossana y Gema se encargan junto con Mayya de coordinar el tema tanto de los refugiados como de el último tramo del viaje, entrega de material y vuelta con los refugiados. 

Llega otra buena noticia, desde la ONG han conseguido otro tráiler. Son las 12.00 del mediodía, otro Ángelus para la gente de bien y una oración para los civiles caídos en su tierra asesinados por un mutante el ególatra y megalómano Putin. También un recuerdo especial para los soldados de uno y otro bando más para el lado ucraniano claro está pero los muertos son parte del juego de este loco. 

Seguimos adelante y tras otras cuatro o cinco horas de camino llegamos a la frontera de Alemania. Allí nos esperaban nuestra cabecera el tráiler de José Luis que había descansado su tiempo de tacógrafo y tras la llegada de todos, parada para disponer nos a comer de nuevo a las 3 de la tarde cómo hacen los españoles "normales" en este caso no tanto.

 Una caravana de 6 furgonetas y un tráiler de 22 metros y 33 palés seguían viaje entre dos países europeos como lo son Francia y Alemania ambos amenazados por la cercanía con Ucrania y que en estos días tenían más obras en las carreteras que nunca. El viaje continuaba y las furgonetas una tras otra con el camión de cabecera seguían en su incesante ritmo de 90-100 90-100 y para en el peaje coge el ticket paga y sigue adelante

Ya en Alemania ir al baño costaba en la autopista 70 céntimos tanto camión y tanto tráfico agota. 

Más buenas y nuevas noticias, ya tenemos lugar de destino ahora toca decidir cómo haremos el final del trayecto, la recogida de los refugiados, y por supuesto la entrega de la ayuda humanitaria que es a lo que hemos venido. 

1€ son 30 grinars, la moneda oficial de Ucrania, veremos si tomamos un café dentro de un país en guerra o dejamos todo en la frontera, "this is the question". 

Diario de una viaje hacia la guerra: Cielo, tierra, trigo y libertad. Jornada 2