El sexto encierro de San Fermín, protagonizado este sábado por los toros de la ganadería de José Escolar, ha dejado un balance de cinco personas trasladadas al Hospital Universitario de Navarra, además de una cornada envainada —sin perforación externa— y un herido poco antes del inicio por el desprendimiento de un cascote desde un balcón en la calle Santo Domingo.
Todos los corredores atendidos presentaban contusiones, luxaciones o heridas de carácter leve, según el parte médico. Entre ellos, destaca el caso de David de Gerónimo, un madrileño de 32 años que recibió una cornada envainada en el abdomen al entrar en la plaza de toros, cuando uno de los astados, de nombre Callejero, embistió al grupo de mozos. La lesión no rompió la piel, pero requirió su traslado al hospital para una evaluación quirúrgica. Se encuentra estable e ingresado en planta.
El encierro se retrasó ligeramente por un incidente previo al inicio: José Antonio Alegría, vecino de Ablitas de 58 años, fue alcanzado en el hombro por parte de la cornisa de un balcón en Santo Domingo. La caída del fragmento obligó a retrasar en torno a un minuto la salida de los toros. El hombre fue atendido por una contusión con deformidad y recibió el alta pocas horas después.
Los otros heridos se distribuyen por diferentes tramos del recorrido: un varón de 35 años de Barañáin sufrió una contusión torácica en la zona del Ayuntamiento; en Estafeta, un joven madrileño de 23 años fue atendido por una contusión craneal; otro corredor estadounidense, también de 23 años, fue asistido por una luxación en el brazo tras ser alcanzado en Telefónica. El quinto traslado corresponde a un corredor que recibió un golpe abdominal ya en la plaza, siendo evacuado posteriormente.
En total, Cruz Roja atendió a 42 personas durante la carrera, la mayoría por curas menores. Además, la suelta de vaquillas posterior al encierro dejó otros 20 atendidos, con un único traslado hospitalario por un traumatismo craneoencefálico y pérdida de conciencia.
Por otro lado, permanecen hospitalizados dos heridos de días anteriores. Uno de ellos, un joven murciano de 25 años, fue operado tras sufrir una cornada en el muslo el pasado miércoles. El otro es un corredor hawaiano de 60 años que permanece en observación tras un grave traumatismo sufrido en el encierro del jueves con toros de Jandilla.