El coste de criar a un hijo continúa disparándose incluso por encima de la inflación. Hoy en día, asumir los costes derivados de un niño ronda los 672 euros mensuales, lo que supone 85 euros más que hace cuatro años. Ello se traduce en un incremento de un 14,5% en dicho periodo, por encima de la inflación actual, tal y como denuncia Save The Children.
En su informe "El coste de la crianza", la organización revela que asumir los costes derivados de tener un hijo supone hoy en día un 14,5% más que en 2018 y se sitúa 3,2 puntos puntos por encima del encarecimiento que han sufrido los precios en el mismo periodo de tiempo.
Mientras algunos de los gastos derivados de la crianza han evolucionado de manera similar al aumento de precios -es el caso de la alimentación (13 %), la higiene (aumenta un 9 %), la ropa y el calzado (escala un 13 %) o la vivienda (15 %)- otros bienes y servicios se han disparado entre un 25 y hasta un 53%, como es el caso de los juguetes, el ocio, los muebles o los suministros energéticos.
Las necesidades de los niños en todo caso fluctúan dependiente de multitud de variantes (edad, situación personal, estado de salud, etc) entre los 550 y 740 euros mensuales. Durante los tres primeros años de vida el cuidado de los hijos por concepto de conciliación supone entre un tercio y un quinto del gasto total, mientras a partir de los siete años la alimentación comienza a ocupar la quinta parte del coste.
Desde la ONG subrayan la paradoja de que el coste de criar a un hijo en las condiciones adecuadas para su correcto desarrollo -algo que se considera "imprescindible"- es cada día más alto para el ciudadano medio y supone un coste prácticamente inasumible para el 20% de las familias con hijos, bien sean biparentales o monoparentales. La cifra real es escalofriante ya que cerca de un millón de familias no pueden costear los bienes y servicios que precisan sus hijos, en concreto 869.485.
Save The Children ha puesto en relieve el drama de estas familias: "Para esos padres la crianza es un auténtico drama: se reduce a o comen ellos o comemos nosotros". Un coste que, en todo caso, varía mucho en función de la CCAA en la que se resida: vivir en Andalucía supone de media un 30% menos con respecto a a comunidades como Cataluña o Madrid.
