El blackjack es el juego de cartas de referencia de los casinos junto al póker. Desentrañar sus misterios, y desarrollar un método para ganar y acumular ganancias ha supuesto una auténtica obsesión a lo largo de su historia, hasta el punto de que se han intentado aplicar múltiples sistemas y técnicas que trataban de explotar su vertiente matemática, para dar con un fórmula de recuento de cartas eficaz.
En esta búsqueda han participado muchos matemáticos expertos, e incluso todo un Blackjack Team, conformado por estudiantes y exalumnos del prestigioso Instituto Tecnológico de Masachussets (MIT), cuya historia ha sido narrada en obras como Bringing Down the House, y en la famosa película 21.
Pero quien parece que dio con la fórmula mágica para logar unas ganancias estratosféricas fue Don Johnson, que acumuló 15 millones de dólares jugando al blackjack en varios casinos, en un intervalo de tiempo de apenas 6 meses entre 2010 y 2011.
La impresionante racha de Don Johnson
Johnson era un empresario del ámbito de los hipódromos y un jugador experto, que además había trabajado en diversas áreas de la industria del juego, por lo tenía un conocimiento profundo del funcionamiento interno de los casinos.
Aunque esa experiencia por sí sola no explica la impresionante racha que logró en sucesivas sesiones jugando en tres casinos distintos de Atlantic City: Tropicana, Borgata y Caesars, a los que respectivamente desplumó 6 millones, 5 millones y 4 millones de dólares.
¿Se trató entonces de una casualidad? ¿De una increíble racha de suerte? ¿Acaso estaba dotado Don Johnson de una inteligencia humana con capacidades de la Artificial? La explicación, bromas aparte, no es unidireccional y obedecería a varios factores, pero para enterder bien lo que sucedió hay que ponerse en el contexto de esos años.
Impacto de la crisis financiera de 2008
En 2010-2011 en Estados Unidos como en gran parte del mundo se hacían notar con gran virulencia los efectos de la recesión, que se había iniciado en 2008. A esa crisis no eran ajenos los casinos de Atlantic City en Nueva Jersey, los más famosos del país junto con los de Las Vegas, con la diferencia de que los segundos se beneficiaban del efecto llamada de una ciudad legendaria que atrae a infinidad de turistas a vivir la experiencia que supone visitarla. Mientras que los primeros carecían de ese poder de arrastre entre el gran público.
Este aspecto es muy importante, y explica en parte la historia de cómo Don Johnson consiguió sus fabulosas ganancias, ya que los casinos de Atlantic City se avinieron a hacerle concesiones especiales, ávidos por atraer jugadores de alto perfil en un contexto de crisis económica que había reducido la afluencia y los ingresos.
En pocas palabras, Johnson logró negociar unas condiciones más favorables para sus partidas que reducían apreciablemente la ventaja de la casa. Así, por ejemplo, acordó que se le reembolsase un porcentaje de las pérdidas (entre el 20 y el 30% dependiendo del casino), y lo que fue crucial para multiplicar sus ganancias: modificar las reglas a su favor, con barajas menos mezcladas, posibilidad de doblar o dividir en cualquier pareja de cartas, etc.
De este modo, negoció unas reglas personalizadas para jugar al blackjack, a lo que añadió sus habilidades matemáticas depuradas por años de experiencia jugando al 21, así como la aplicación de distintas estrategias. Entre estas según él, nunca estuvo el conteo de cartas, pese a las acusaciones que recibió tras la polvareda que levantó haber desplumado así a varios casinos de Atlantic City.
Reacción de los casinos
Tras este incidente los casinos de todo el mundo modificaron sus políticas, para dejar de ofrecer reglas favorables a ningún jugador de alto perfil para ningún juego, algo que de hecho nunca se ha dado en el blackjack online, ya que las reglas son iguales para todos y las cartas con las que hacen sus apuestas los usuarios son generadas por un software totalmente aleatorio, lo que impide el despliegue de técnicas de conteo.
En cualquier caso, las ganancias de Don Johnson cifradas en más de 15 millones fueron ya inamovibles, descontando eso sí los impuestos, y las donaciones para proyectos filantrópicos que tuvo a bien realizar.
En la actualidad, es una fuente de inspiración para muchos jugadores de blackjack en particular y de juegos de azar en general, que siguen sus intervenciones en conferencias, foros especializados, podcast sobre gambling, etc. Además, brinda servicios de consultoría sobre estrategia para el juego del 21, y también está vinculado a la industria de las apuestas deportivas.
En definitiva, se trata de una auténtica leyenda por el hito que logró, al embolsarse nada menos que 15 millones de dólares, y hacerlo además en los prestigiosos casinos de Atlantic City, que todo hay que decirlo, vuelven a estar en auge tras los problemas del pasado, atrayendo a infinidad de jugadores de todos los perfiles sin tener que seducirlos con reglas especiales.