Menos de 14 horas de vida y ha sido uno de los episodios más vistos de la ciudad.
Atrás queda el agujero del Palacio de Congresos que sigue abierto y el agujero demográfico de la ciudad y la provincia que no han tenido la misma suerte que este, que en un periquete y de varios camiones de vituminoso asfáltico ha pasado a ser historia. Triste es que para los otros agujeros no haya solución tan rápida y diligente del estado, que al fin y al cabo es quien debe velar por los ciudadanos sea del color que sea el partido que gobierne. Un poco de por favor como dirían en aquella serie....