El casco histórico de Zamora, joya patrimonial y escaparate de la ciudad, sigue mostrando las huellas de un Mercado Medieval celebrado hace ya cinco meses.
Desde septiembre de 2024, los restos de cintas adhesivas de doble cara utilizadas para fijar las alfombras de colores que decoraron el evento, siguen pegados en el pavimento de calles emblemáticas como la Plaza de Viriato, Rúa de los Francos y los accesos a la Catedral.
Una suciedad persistente y pegajosa que afea el entorno monumental y genera malestar entre vecinos y visitantes, justo cuando la ciudad se prepara para recibir a miles de turistas durante la Semana Santa.
Cinco meses después, un problema pequeño, pero aún visible
El Mercado Medieval de Zamora, celebrado el pasado septiembre, fue un éxito rotundo en cuanto a participación y ambiente, consolidándose como uno de los eventos más esperados del calendario cultural.
Sin embargo, lo cortés no quita lo valiente, y lo que fue una fiesta para los sentidos, ha dejado una factura estética aún sin resolver en el corazón histórico de la ciudad.
Los restos de las cintas adhesivas utilizadas para sujetar las alfombras que delimitaban los puestos siguen visibles en el suelo, atrapando polvo, suciedad y residuos que empañan la imagen de un casco antiguo que aspira a la excelencia turística.
Vecinos y visitantes reclaman más atención
Basta un paseo por la zona para identificar los restos pegajosos en las calles que llevan desde la Plaza de Viriato hasta la Catedral, una ruta esencial para el turismo en Zamora.
Vecinos y viandantes coinciden en señalar el abandono de estos residuos, que ensucian y degradan el aspecto de calles históricas por las que en pocas semanas discurrirán miles de personas atraídas por la Semana Santa.
“Es una pena que después del esfuerzo que se hace por atraer turismo y mejorar la imagen de la ciudad, descuidemos detalles que son muy visibles para cualquiera que pasee por el casco antiguo, y no hay una ni dos sino decenas que no se han quitado como debería haberse hecho" comenta una vecina de la zona.

El coste oculto del “déjalo como lo encontraste”
El problema va más allá de lo meramente estético.
Estas actuaciones, que en teoría deberían dejar el entorno tal como estaba antes del evento, están suponiendo costes adicionales para las arcas municipales.
Cada euro gastado en reparaciones o limpiezas extraordinarias es dinero público, es el dinero de todos los zamoranos.
¿Por qué no se retiraron las cintas tras desmontar el mercado?
¿Por qué ha pasado tanto tiempo sin que se haya actuado?
Son preguntas que se hacen quienes pasean por estas calles y ven cómo la suciedad se acumula en torno a esos restos pegajosos.
La falta de un protocolo riguroso para devolver las calles a su estado original tras los eventos públicos está pasando factura.
El lema “déjalo como lo encontraste” parece haberse olvidado, y con ello, se generan gastos que podrían evitarse con una mejor planificación y supervisión.

Semana Santa 2025: Zamora se juega su imagen
La situación cobra aún más relevancia ahora que la Semana Santa se aproxima.
Del 10 al 20 de abril, Zamora vivirá sus días de mayor afluencia turística, con la llegada de miles de visitantes nacionales e internacionales atraídos por sus 18 desfiles procesionales y su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC).
La imagen que se lleven esos turistas es vital.
Lo que vean de nosotros es lo que contarán después, lo que recordarán y lo que determinará si regresan o no.
Un casco histórico limpio, cuidado e impecable es la mejor carta de presentación para una ciudad que presume de su patrimonio románico y su Semana Santa única.
Concienciación y responsabilidad compartida
La limpieza y el cuidado de los espacios públicos no es solo tarea del Ayuntamiento.
Es una responsabilidad compartida entre administración, organizadores de eventos y ciudadanía.
- Los organizadores de eventos deben asumir el compromiso de dejar todo como estaba.
- El Ayuntamiento debe reforzar la supervisión y agilizar los trabajos de limpieza tras cada actividad.
- Los ciudadanos también pueden contribuir alertando de estos problemas mediante los cauces oficiales de quejas y sugerencias.
El buzón municipal de quejas ha recibido apenas cinco notificaciones sobre este asunto, según fuentes municipales, lo que evidencia que muchos vecinos optan por el silencio en lugar de trasladar estas situaciones de forma formal.
Humanizar es cuidar: los pequeños detalles también cuentan
En una ciudad que apuesta por la humanización y por recuperar espacios para el peatón, es imprescindible cuidar también los pequeños detalles. De nada sirve ampliar aceras o plantar árboles si descuidamos lo básico: la limpieza y el respeto por los entornos emblemáticos.
La Plaza de Viriato, la Rúa de los Francos o el entorno de la Catedral son postales vivas de Zamora.
Su cuidado debe ser prioritario, porque lo que hoy parece solo un trozo de cinta adhesiva sucia, mañana puede convertirse en la mala impresión que se lleva un visitante.
El tiempo apremia.
A menos de dos meses para la Semana Santa, urge una intervención de limpieza que elimine los restos de cinta adhesiva y otros residuos que degradan el casco histórico.
No se trata solo de estética, se trata de respeto por nuestro patrimonio y de responsabilidad con el dinero público.
Humanizar también es cuidar, y Zamora se juega su imagen en cada detalle.
