Puerta grande en Toro: Talavante, Rufo e Ismael Martín triunfan en una tarde histórica

Faena histórica en Toro: Talavante, Rufo e Ismael Martín, puerta grande para los tres en una tarde de toreo con clase. Toro vibra con el toreo de clase: los tres diestros, a hombros en San Agustín
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La Plaza de Toros de Toro ha vivido este domingo 24 de agosto una de esas tardes que quedarán grabadas en la memoria colectiva. Los astados de la ganadería de Vellosinos dieron el juego necesario para que los tres diestros del cartel —Alejandro Talavante, Tomás Rufo e Ismael Martín— desplegaran toda su tauromaquia y llevaran al tendido a la euforia.

Con tres cuartos de entrada, la afición respondió a la cita grande de las fiestas de San Agustín. Y la tarde no defraudó: hubo pases de pecho, chicuelinas, verónicas, manoletinas y ayudaos que levantaron al público de sus asientos. El temple, la clase y la casta marcaron una jornada en la que hasta los propios matadores se atrevieron a poner banderillas, en un gesto de entrega absoluta al espectáculo.

El resumen: seis toros, seis triunfos

Los premios, concedidos con justicia y calor por el palco, dejaron el siguiente balance según el orden de lidia:

  • Primer toro (Talavante): una oreja.

  • Segundo toro (Rufo): una oreja.

  • Tercer toro (Ismael Martín): dos orejas.

  • Cuarto toro (Talavante): una oreja.

  • Quinto toro (Rufo): una oreja.

  • Sexto toro (Ismael Martín): dos orejas y faena de auténtico maestro.

La suma fue incontestable: los tres toreros a hombros por la puerta grande.

La tarde de Ismael Martín

El nombre propio de la corrida fue el del joven Ismael Martín, que en sus dos toros bordó el toreo con planta firme, pureza en los lances y una faena de altura. Su triunfo, con cuatro orejas, lo convirtió en el gran protagonista de la jornada, mostrando que el relevo generacional en el toreo tiene garantías de futuro.

El arte en estado puro

Ni la ausencia de Morante, inicialmente anunciado, se hizo notar. Toro vibró con el toreo elegante de Talavante, la frescura y ambición de Rufo y la entrega total de Martín. La terna cuajó una tarde completa, en la que lo único esquivo fueron algunas suertes a la hora de matar, pero sin empañar en absoluto un espectáculo cargado de emoción y torería.

Una tarde para la historia

Con el paseíllo ya en la memoria de la afición, la corrida de este San Agustín 2025 será recordada como una de las más redondas de los últimos años. Toro ha respirado la verdadera esencia del toreo: el valor, la estética y la comunión con el tendido.

En palabras de los aficionados que abarrotaban los tendidos: “Hoy hemos visto toros y toreros de verdad”.

Toro Duero ha vuelto a acertar en una tarde que merecía una puerta grande y una casta torera que deja a la altura de grandes plazas la faena de los tres diestros y por supuesto la organización impecable del evento.

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