En el año 1970, unas obras en el pago de Santa Colomba sacaron a la luz una necrópolis tardorromana que convirtió Fuentespreadas en una referencia arqueológica inesperada. El ajuar, hoy custodiado en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, recuerda que bajo la tierra del municipio late todavía la huella de aquel Imperio, al que el pueblo regresa este fin de semana con la celebración del MERCADO FONTIBVS PREDATIS, que cumple ya 22 años de la mano de la Asociación Cultural Sibaria.
La importancia de aquel descubrimiento llevó a organizar una campaña de excavación del Instituto Español de Prehistoria (CSIC). Y el ajuar, compuesto por más de 15 piezas, entre objetos metálicos y adornos personales, fue trasladado al Museo Arqueológico Nacional, donde permanece depositado y ha servido desde entonces como testimonio de la presencia romana en este pueblo de Tierra del Vino.
Aunque aquella intervención arqueológica fue breve, marcó el inicio del interés por el pasado de Fuentespreadas. Años después, la Asociación Zamora Protohistórica llevó a cabo una prospección en el término municipal, que permitió catalogar una ocupación continua desde el Neolítico hasta la Edad Moderna.
El enclave de Santa Colomba, donde apareció la necrópolis tardorromana, ha sido el epicentro de estas investigaciones. Se intuye la existencia de restos de asentamientos, posiblemente casas y estructuras de época romana, que hoy permanecen bajo terrenos privados y que nunca han sido excavados de manera sistemática.
Con este trasfondo, Fuentespreadas decidió hace 22 años recuperar la memoria de aquel hallazgo a través de un evento festivo y divulgativo. Así nació el Mercado Romano, que desde entonces reúne a vecinos y visitantes en torno a la historia, la artesanía y la gastronomía inspiradas en el mundo clásico.
Las calles del pueblo se transforman cada agosto en un escenario de época, con puestos, talleres, representaciones teatrales y actividades para todas las edades. Es un mercado único, organizado exclusivamente por vecinos del pueblo, de todas las edades, aunque se invita también a algunos puestos de localidades vecinas en un intento de impulsar la economía local y atraer turismo
Pero, además, FONTIBVS PREDATIS se ha convertido en símbolo de identidad comunitaria para recordar que bajo la tierra del municipio se esconden páginas aún por descubrir de la historia romana en Zamora.
Aunque el ajuar funerario permanece en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, su recuerdo late con fuerza en Fuentespreadas. Cada edición del mercado es un puente entre el pasado y el presente: entre los objetos custodiados en Madrid y el pueblo que les dio origen. Un recordatorio de que la historia de Fuentespreadas, aunque escondida bajo tierra, sigue muy viva. Esa historia recomienza el día 22 con una ceremonia inaugural, un espectáculo de Telas aéreas y fuego, talleres de época, y la recreación histórica “Legio VI-Victrix”.











