Hoy se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente 2023 y, desde la recién creada área de Medio Ambiente de UGT, han querido incidir en la necesidad que toda la ciudadanía se implique en la lucha por erradicar los residuos plásticos.
La conmemoración de este día se remonta a 1972 y fue impulsada por Naciones Unidas. En estos últimos 50 años, esta conmemoración internacional ha llegado a convertirse en una de las plataformas mundiales con mayor alcance en favor de las causas ambientales. Son muchas las organizaciones que se han sumado de manera virtual y presencial en actividades, eventos y todo tipo de iniciativas en este ámbito alrededor del mundo.
Y es que estamos utilizando el equivalente a 1,75 de Tierras para mantener nuestra forma de vida actual, y los ecosistemas no pueden satisfacer nuestra demanda de consumo en el planeta. A este escenario de crisis socio-ecológica, se suman otros tres grandes impactos socio-ambientales: el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, y la contaminación, impulsadas por la actividad humana y los modelos insostenibles de consumo y producción.
Cabe destacar que producimos alrededor de 430 millones de toneladas de plástico al año, dos tercios de los cuales son productos de vida corta que pronto se convierten en desechos. Sin embargo, los compromisos actuales asumidos por los gobiernos y la industria solo reducirán el volumen anual de plástico que fluye hacia el océano un 8 % para 2040.
Esta tendencia está afectando a la biodiversidad. Se calcula que entre 19 y 23 millones de toneladas de plástico se filtran anualmente en los ecosistemas acuáticos y perjudica a más de 800 especies. De hecho, se estima que más del 90% de todas las aves y peces tienen partículas de plástico en sus estómagos. Y, en consecuencia, afectan a los seres humanos porque los efectos de la ingestión de microplásticos provocan inanición, alteraciones endocrinas, retraso del crecimiento en algunas especies y descompensación del sistema digestivo.
También implica a la crisis climática. La producción de plástico es uno de los procesos de fabricación más intensivos en energía del mundo, y provoca un aumento de la temperatura global a 1,5 ºC. En 2019, el plástico generó el 3,4% del total mundial de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Se prevé que el nivel de emisiones de GEI asociadas a la producción, uso y eliminación de plásticos convencionales basados en combustibles fósiles aumente hasta alcanzar el 19% de las emisiones globales para 2040.
UGTCyL con el Día Mundial del Medio Ambiente
Desde UGT Castilla y León entienden que el mundo del trabajo está conectado íntimamente con el medio ambiente, por lo que su protección debería considerarse parte tanto de nuestros derechos como de nuestros deberes laborales. Para Mª Fe Muñiz, “las personas trabajadoras y sus representantes podemos y debemos contribuir con acciones para cuidar la naturaleza, adoptando hábitos de producción y consumo responsables”. No obstante, para conseguirlo, según la secretaria de Salud Laboral y Medioambiente de UGTCyL, es imprescindible la colaboración y la implicación de todas las empresas y territorios”.
Para conseguirlo, desde el sindicato proponen la elaboración y el establecimiento de una Ley autonómica de lucha contra el cambio climático y por una transición ecológica justa que reduzca la vulnerabilidad de nuestro sistema ante los estragos climáticos, protegiendo y adaptando sectores clave como la agricultura o el turismo, y en todo caso todos aquellos asociados a la biodiversidad y los espacios naturales protegidos, los recursos hídricos, forestales y energéticos pero, sobre todo, la salud humana y la de nuestros ecosistemas.
Además, la organización sindical considera necesario disponer de presupuesto y recursos suficientes para procurar el desarrollo de las medidas establecidas en la Estrategia de Economía circular 2021-2030 de Castilla y León y conseguir un cambio de nuestro modelo productivo y de consumo.
Igualmente, Muñiz ha aludido a las medidas contenidas en la Estrategia para la mejora de la calidad del aire en Castilla y León 2020-2030 para promocionar los planes de movilidad para empresas y polígonos industriales, con la participación de los Ayuntamientos, empresas y representantes de las personas trabajadoras porque, según ella, “la transición energética en las ciudades es esencial para mitigar la pobreza energética, cada vez más preocupante en nuestra comunidad autónoma”.
Para UGT, los gobiernos locales también deben adoptar políticas, planes y programas en materia de la conservación y el fomento de la biodiversidad, la protección del medio hídrico, la restauración de espacios naturales degradados, la mejora de la conectividad ecológica y la salvaguardia de los ecosistemas. En este sentido, Mª Fe Muñiz matiza que “el gobierno autonómico debe apoyar enfocando la vinculación recíproca entre desarrollo rural y conservación de la biodiversidad, con propuestas que contribuyan a la integración efectiva y sostenible del progreso socioeconómico en las zonas rurales y la protección la naturaleza”.
También consideran prioritario desde el sindicato fomentar actividades económicas que generen empleos verdes y decentes en detrimento de aquellas que conducen al agotamiento de los recursos naturales y a la crisis climática. Por eso, la preservación del empleo y la mejora de la competitividad de la economía debe sentarse en el marco de una transición ecológica justa basada en el diálogo social.
En definitiva, UGT apuesta por fomentar la cultura de la prevención ambiental a través de la información y de la formación laboral, y la inclusión de cláusulas medioambientales en los convenios colectivos que desarrollen la figura del delegado/a medioambiental
