El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha participado este miércoles en Salamanca en la ofrenda floral a Miguel de Unamuno y Jugo, con motivo del 89 aniversario de su fallecimiento.
Durante el acto, Mañueco destacó la profunda relación de Unamuno con Castilla y León, y especialmente con la ciudad de Salamanca, subrayando su influencia como pensador, escritor y defensor de los valores culturales y educativos de la región.
El presidente afirmó:
"Miguel de Unamuno sigue siendo un referente intelectual y moral para Castilla y León. Su pensamiento, su obra literaria y su amor por nuestra tierra nos inspiran a preservar nuestra cultura, fomentar la educación y fortalecer la identidad de nuestra Comunidad."
El homenaje se suma a las múltiples iniciativas que cada año recuerdan la figura de Unamuno, reconociendo su aportación a la literatura, al pensamiento filosófico y al compromiso cívico, así como su estrecha vinculación con la historia y el espíritu de Castilla y León.
Miguel de Unamuno mantuvo una estrecha y profunda vinculación con Zamora, ciudad que visitó en numerosas ocasiones y a la que dedicó reflexiones literarias, históricas y paisajísticas. Para el escritor y pensador vasco, Zamora representaba como pocas ciudades el alma castellana, austera, sobria y esencial, valores que admiró y defendió a lo largo de su obra.
Unamuno quedó especialmente impresionado por el románico zamorano, el casco histórico y la relación de la ciudad con el río Duero, al que consideraba un símbolo de la identidad espiritual de Castilla. En sus escritos y correspondencia aludió a Zamora como una ciudad “recogida y eterna”, capaz de condensar la historia y la introspección que él asociaba al pensamiento castellano.
Su vínculo con Zamora no fue solo estético o intelectual. El autor mostró un interés constante por la historia del Reino de León, el papel de Zamora en la Reconquista y figuras como Viriato, a quien Unamuno convirtió en símbolo de resistencia y carácter hispánico, muy ligado al imaginario zamorano.
Esta relación ha sido reconocida a lo largo del tiempo por instituciones culturales y académicas de la provincia, que han reivindicado a Zamora como uno de los territorios que mejor encarnan el pensamiento unamuniano sobre Castilla: una tierra de silencio, reflexión y hondura moral.
