Castilla y León se ha convertido en la primera comunidad autónoma en aplicar el sistema de costes simplificados en la tramitación de ayudas para proyectos de I+D. Esta medida tiene como objetivo agilizar la gestión administrativa, reduciendo los plazos para la recepción de las ayudas y simplificando la justificación de gastos. En lugar de presentar una gran cantidad de documentos, solo se tendrán en cuenta las horas de trabajo imputadas al proyecto.
El sistema de costes simplificados elimina la necesidad de presentar justificantes de gasto como facturas, nóminas o pagos. En su lugar, el presupuesto se calculará multiplicando las horas trabajadas por un baremo estándar de coste unitario (BECU). Este cambio supone un ahorro de tiempo tanto para los beneficiarios como para la administración, al evitar la recopilación de documentación adicional.
Los primeros proyectos que se beneficiarán de esta medida serán los de I+D. No obstante, en los próximos meses, el sistema se extenderá a los Planes Estratégicos y Centros Tecnológicos de la región. Así, se busca cubrir un mayor abanico de iniciativas, mejorando la eficiencia en la tramitación de ayudas a nivel regional.
Esta iniciativa es el resultado de un estudio piloto realizado hace tres años junto a Galicia. Dicho estudio, dirigido por la Comisión Europea y con la colaboración del Ministerio de Hacienda, demostró que los costes simplificados tienen un gran impacto en la reducción de los plazos de gestión y pago, lo que supone un avance importante en la modernización de los procedimientos administrativos de la Junta.
