La Agencia de Protección Civil y Emergencias de Castilla y León mantiene la alerta por las condiciones meteorológicas desfavorables que afectan la región. Esta situación fue declarada el pasado 9 de marzo y se extenderá por varios días debido a la presencia de borrascas que afectarán al oeste de la península. Estas borrascas están trayendo consigo un aire templado y húmedo del sur.
Se espera que las precipitaciones sean generalizadas, especialmente en las zonas de montaña, con lluvias que podrían ser fuertes en el Sistema Central. En este área, se acumularán más de 40 litros de agua por metro cuadrado en 12 horas, lo que podría causar problemas de inundaciones y desbordamientos. También se prevé un ascenso de la cota de nieve, que podría superar los 2.000 metros en algunas zonas.
El viento será otro factor a tener en cuenta, con intervalos de intensidad fuerte y rachas que podrían superar los 80 km/h, especialmente en zonas expuestas y de montaña. Este aumento de la intensidad del viento, combinado con las precipitaciones, podría dificultar el tránsito por las carreteras y aumentar el riesgo de accidentes, especialmente en áreas propensas al deshielo.
Desde las autoridades se recomienda evitar actividades al aire libre en zonas de difícil acceso debido al riesgo de accidentes. Además, se advierte a los conductores sobre la posibilidad de balsas de agua en las calzadas, lo que podría generar el fenómeno de "aquaplanning". También se sugiere no circular por cauces de arroyos que puedan ver su nivel aumentado de manera repentina.
Las autoridades también han destacado la importancia de seguir las actualizaciones meteorológicas y el estado de las carreteras antes de realizar desplazamientos. En caso de emergencia, se recomienda proporcionar detalles precisos sobre el lugar del incidente y las condiciones del terreno, para facilitar las labores de rescate.