Villapaz celebra 25 años de su festival de Navidad, un cuarto de siglo educando en valores en Villaralbo
La sala multiusos de Villaralbo, cedida por el Ayuntamiento para la ocasión, volvió a llenarse por completo. Niños, padres, madres, abuelos, familiares y amigos no quisieron perderse una tarde cargada de emoción, en la que todos los alumnos del centro tuvieron un papel protagonista sobre el escenario.
Un festival que es mucho más que una actuación navideña. Así lo explicó Raúl, director del colegio Villapaz, al referirse al proyecto educativo del centro como “una empresa que siempre funciona”, donde el verdadero objetivo es la educación y el aprendizaje. “El mayor rendimiento económico es que vuestros hijos hayan disfrutado y aprendido con lo que nosotros hayamos podido aportar”, subrayó durante su intervención.
Son 25 años en los que generaciones de alumnos y profesores han formado parte de un modelo educativo especial, cercano y profundamente humano, que ha dejado huella en quienes han pasado por sus aulas. Un aniversario que también sirvió para reencontrarse con docentes que han marcado la historia del centro.
Uno de los momentos más emotivos de la tarde lo protagonizó Pilar Muñoz, antigua profesora del colegio y recientemente jubilada. Su libro fue uno de los hilos conductores del festival y los pingüinos protagonistas de su cuento cobraron vida gracias a los más pequeños de Villapaz, arrancando sonrisas y alguna que otra lágrima a la maestra. “Los mejores actores del mundo son estos niños”, afirmó emocionada.
Tampoco quisieron faltar otros docentes que han sido parte esencial de Villapaz, como el también recientemente jubilado Pedro Nevado, antiguo director del centro, en un aniversario que fue también un homenaje a quienes han construido el proyecto educativo a lo largo de estos 25 años.
Durante el acto, Raúl recordó a los alumnos algunas de las enseñanzas que definen la filosofía del colegio: aprender de los errores, avanzar poco a poco y observar el entorno para mejorar. “Aprended de vuestros errores, que no va a pasar nada. Pasitos cortos y firmes, y aprovechad todo lo que esté a vuestro alcance”, animó a los escolares.
Villapaz celebra así 25 años de festival de Navidad, pero también 25 años de una forma de educar que deja huella, que apuesta por las personas y que convierte cada pequeño paso en un gran aprendizaje. Un colegio que, como reconocen quienes lo conocen, marca a los que allí estudian.
No faltaron las mamás del Ampa que como cada año hicieron su particular villancico cargado de esa miga que siempre es importante. Villapaz volvió a ser una gran familia cargada de empresas importantísimas, las de los que tarde o temprano son la cantera de nuestros valores y sociedad.
