La Diputación de Zamora ha recibido al Zamora Club de Fútbol tras su reciente ascenso a la Primera RFEF, la tercera categoría del fútbol nacional. El presidente de la Diputación, Javier Faúndez, ofreció un cálido discurso en el que felicitó al equipo por su destacada trayectoria durante una temporada difícil y llena de desafíos.
"Después del recibimiento apoteósico que tuvo el Zamora Club de Fútbol ayer en la ciudad, hoy estamos en la Diputación recibiendo a la plantilla de una forma mucho más modesta," declaró Faúndez. "Quiero felicitar al Zamora Club de Fútbol por su trayectoria este año, que ha culminado con un ascenso muy merecido. Ha sido un año complicado, pero el equipo ha demostrado una gran fortaleza y unidad."
El presidente destacó la importancia de este logro no solo para el club, sino también para la ciudad y la provincia de Zamora, subrayando el esfuerzo y la generosidad del equipo en momentos difíciles. "La provincia y la ciudad nunca podrán pagar ese esfuerzo y generosidad que habéis mostrado," añadió el presidente de la Diputación, reconociendo la dedicación de los jugadores, cuerpo técnico y demás trabajadores del club.
La Diputación Provincial, por primera vez en muchos años, firmó un protocolo de colaboración con la fundación del Zamora CF, proporcionando 145.000 euros para apoyar al club en su administración y desarrollo de cara a la próxima temporada.
Por su parte, Fernando Álvarez de la Rúa, gerente del Zamora CF, agradeció el apoyo de la Diputación y de todos los zamoranos. "Venimos hoy aquí a ofrecer este ascenso a todos los zamoranos," expresó Álvarez de la Rua. "Este triunfo es de todos, porque sin nuestros aficionados, este ascenso no hubiese sido posible."
El gerente del club también subrayó el papel crucial de la afición y los patrocinadores en el éxito del equipo, haciendo una mención especial a Caja Rural de Zamora. "Queremos seguir trabajando con la Diputación y demás instituciones para fortalecer nuestro proyecto y seguir arraigados en la cultura, valores y tradiciones zamoranas," concluyó Álvarez de la Rúa.
