Zamora, el epicentro nacional de los bidés

El Plan General de Ordenación Urbana de 2011 de la capital zamorana mantiene su instalación obligatoria e nuevas viviendas, no así en las reformadas 

Hace cinco años, el equipo de Gobierno avanzó que la medida había quedado obsoleta y se planteaban cambiarla, pero aún sigue vigente

Los baños cada vez son más pequeños y son muchos los que deciden prescindir de este sanitario, de hecho, muchos jóvenes ni siquiera saben qué es

Bidé
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El bidé es el gran olvidado en todos los baños de España. Zamora es la ciudad donde es obligatorio debido a una normativa municipal. Un mobiliario del cuarto de baño que ha puesto a la ciudad de moda en distintas cadenas de televisión, todo porque está desapareciendo de los baños, salvo en la Bien Cercada.

El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), datado de 2011, si bien la obliga a tener en el aseo de casa esta pieza con grifo de agua, diseñado en sus inicios para el lavado de las partes más íntimas de las mujeres, aunque luego tuvo otros usos, es de 1986. La tradición del bidé se está perdiendo con el paso de los años. Los baños cada vez son más pequeños y son muchos los que deciden prescindir de este sanitario, de hecho, muchos jóvenes ni siquiera saben qué es.

Hace cinco años, el equipo de Gobierno avanzó que la medida había quedado obsoleta y se planteaban cambiarla, pero aún sigue vigente. La primera normativa que obligó en España a que todas las viviendas tuvieran unas condiciones higiénicas mínimas es del año 1944, aunque no se especificaba nada del bidé, sino de la obligatoriedad de tener un “retrete de cierre hidráulico”. Diversas ciudades, en los años 60 y 70, cuando se popularizó principalmente su uso, sí empezaron a obligar a que se instalara.

En algunas zonas del país, resisten, pero Zamora se ha convertido en la ciudad de los bidés. En el epicentro nacional de este sanitario que llegó de una evolución del orinal y que fue sufriendo cambios a medida que se mejoraba la infraestructura de fontanería en las casas. Originalmente el bidé parece ser una invención de los fabricantes franceses de muebles hacia fines del siglo XVII, sin embargo no se conoce una fecha exacta o inventor. ​La referencia escrita más antigua sobre el bidé es de 1726 en Italia, pero existen registros del pedido de María Carolina de Austria Reina de Nápoles y Sicilia, de un bidé para su baño personal en el Palacio Real de Caserta, el bidé no se difundió masivamente en Italia hasta después de la Segunda Guerra Mundial.

Hacia finales del siglo XIX y principios del siglo XX, debido a las grandes mejoras en la plomería y los cambios en los códigos de viviendas, la habitación de baño se arraigó como una habitación más dentro de la casa, y los muebles de higiene que eran utilizados habitualmente en el dormitorio, se mudaron y mutaron en el lavabo, el inodoro y el bidé que hoy conocemos, fijos y con agua corriente fría y caliente.

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