Zamora continúa apostando por el arte urbano como forma de expresión y para embellecer el espacio público. En los últimos meses, la ciudad ha estrenado un total de ocho murales que no solo decoran sus calles, sino que también reflejan su historia, su patrimonio y su compromiso con la cultura.
El más reciente rinde homenaje a una de las grandes figuras del teatro español, Don Juan Tenorio, de José Zorrilla. Inspirado en la célebre obra teatral, este mural se suma al conjunto artístico que poco a poco convierte a Zamora en un museo al aire libre.
En la avenida Reyes Católicos, el arte ha cobrado vida de la mano de Saúl Alija, autor de dos murales integrados en las acciones de mejora urbana de la zona. Las obras, situadas junto al Hospital Virgen de la Concha, acompañan y contribuyen a revitalizar uno de los espacios más transitados de la ciudad.
También la avenida Reyes Católicos suma dos nuevas obras firmadas por la artista zamorana Laura Merayo, inspiradas en los bordados tradicionales y acompañadas por la letra de una jota al Duero y un fragmento del bolero de Algodre, en un homenaje a la identidad y la cultura popular zamorana.
Ccon un marcado acento literario, el Mirador del Troncoso luce un mural dedicado a Federico García Lorca y a su obra Impresiones y paisajes. Firmado por Carlos Adeva, el trabajo destaca el fragmento en el que el poeta evoca la ciudad y el río Duero, creando un diálogo entre arte, palabra y paisaje.
La Plaza Cristo Rey estrenó el mural “Alegoría de la Lectura”, del artista David Maker, dentro de las IX Jornadas Provinciales de Fomento de la Lectura, convirtiéndose en un punto de encuentro entre arte y literatura.
Y en San José Obrero, el arte se ha puesto al servicio del mensaje social con el mural colaborativo del artista Javier Martín, impulsado por la Fundación INTRAS dentro del proyecto europeo Take pART!, que promueve el arte como herramienta de transformación social. Ubicado en la confluencia de las calles Salud y Río Amor, el mural fue pintado junto a miembros de la Asociación Peromato, reforzando el espíritu comunitario y creativo del barrio.
Con estas ocho nuevas obras, Zamora reafirma su compromiso con el arte urbano como vehículo de expresión, participación y orgullo colectivo, consolidando una ruta mural que ya forma parte esencial de su paisaje cultural.