El último bingo del Centro Social de la Plaza de la Marina

El local, ubicado en la calle Leopoldo Alas Clarín y que regenta Gabi desde hace 26 años, cierra esta tarde sus puertas de forma definitiva como punto de encuentro para los mayores
Vista extrior del Centro Social
photo_camera Vista extrior del Centro Social

Durante 26 años, las tardes en la calle Leopoldo Alas Clarín tuvieron su propio ritmo. Sonaba la música de baile, se servían cafés, se organizaban comidas y los viernes, sin falta, el salón se llenaba para el bingo. Hasta 130 personas llegaban a reunirse allí. Esta tarde volverán a hacerlo, pero será la última vez.

"Gabi" lleva 26 años al frente del Centro Social, que formaba parte de la Obra Social de Caja Duero, hasta su fusión. Su contrato concluye y con él, se apaga también la vida cotidiana de un lugar que ha sido refugio y compañía para muchos vecinos de Zamora. La pandemia redujo actividades como el baile, pero el bingo seguía siendo el gran reclamo. “El salón se llenaba, la gente lo pasaba bien. Era su momento de la semana”, recuerda este hostelero, con 47 años de profesión a sus espaldas.

Cartel de las actividades que se programaban en el Centro Social
Cartel de las actividades que se programaban en el Centro Social

El cierre, aunque esperado, llega con pena. “Están apenados, ellos y yo, claro. Se lo dije a los clientes el viernes pasado y algunos se quedaron en silencio, haciendo con la cabeza así...”, cuenta Gabi, replicando el gesto. Y es que el local ha sido durante décadas más que un bar o un salón de juegos: ha sido un lugar de comunidad. 

Bar del Centro Social
Bar del Centro Social

“Yo he estado aquí 26 años, y en el sector llevo 47. He visto pasar a mucha gente. Algunos ya no están, pero me acuerdo de todos”, dice. Durante el confinamiento, cuenta que llamó desde su casa a quienes podía, para saber cómo estaban.

Gabi se jubilará dentro de un par de años. “Podría haber seguido uno o dos años más, pero ya no quiero. Hay cosas que no me han gustado”, confiesa sin dar más detalles. La decisión está tomada, y el cierre es definitivo.

El edificio se queda en silencio, pero la historia del centro social no se borra: queda en la memoria de los vecinos, en los bailes de los viernes, en los bingos de los jueves, en los saludos de cada mañana. Esta tarde habrá brindis, bingo y despedidas. Y, seguramente, más de una lágrima disimulada entre risas y cartones.

Sala donde se juega al Bingo
Sala donde se juega al Bingo

Comentarios